Documentos de Ecologismo. Conferencia de Medio Rural y Ecologismo de la UJCE

Documentos de Ecologismo emanados de la Conferencia de Medio Rural y Ecologismo de la UJCE, realizada en Madrid los días 26 y 27 de mayo de 2012.

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1. Ser Humano y Naturaleza

 

 

1.1 Conceptos preliminares

 

La ecología es la disciplina científica que estudia los ecosistemas, entendidos estos como el conjunto formado por los seres vivos (biocenosis o comunidad) y el medio físico en el que viven (biotopo) así como las relaciones que se establecen entre todos los componentes, de tal suerte que la alteración de uno de ellos repercute inevitablemente en todos los demás. Mientras que el Ecologismo es el movimiento sociopolítico que, con matices muy diversos, propugna la defensa de la naturaleza y, en muchos casos, la del hombre en ella. En base a éste estableceremos las tesis políticas ecologistas de nuestra Organización.

 

El ser humano al igual que el resto de animales, forma parte de la biosfera. Este término de origen griego, que significa “esfera donde reside la vida”, comprende el conjunto de todos los ambientes biológicos donde los seres vivos hallan las condiciones necesarias para el desarrollo de su existencia. Esta se desenvuelve dentro de las tres capas existentes: litosfera, hidrosfera y atmósfera, y hasta donde podemos conocer es única del planeta Tierra.

 

Entendemos por ecosfera al ecosistema planetario. La biocenosis del mismo es la biosfera. Loverlock, en su obra “Hipótesis Gaia”, considera a la Tierra como un sistema homeostático que se auto-regula debido a una serie de interacciones entre los diferentes subsistemas que lo componen. Destaca que, a diferencia de los planetas que nos rodean, la biosfera terrestre desempeña un papel fundamental en dicha regulación; esto es, la vida tiene la capacidad de mantener un entorno de manera favorable de modo que sea posible la continuidad de su propia existencia mediante la organización de la misma en distintos niveles de jerarquía y autocontrol.

 

Este gran ecosistema global tiene flujos de intercambio de materia y energía. La entrada de energía al sistema procede mayoritariamente de la radiación solar, que es utilizada por los organismos fotosintéticos y después distribuida a lo largo de la cadena trófica. La materia existente en el planeta es limitada y aunque el aporte energético del Sol es inagotable a escala humana, nuestra sociedad funciona en base al consumo de combustibles fósiles (reservorios energéticos originados por la acumulación de materia orgánica durante millones de años), tratándose de recursos no renovables y que están en un proceso avanzado de agotamiento y haciendo por lo tanto insostenible cualquier modelo de sociedad humana basada en el consumo generalizado de los mismos.

 

Los elementos químicos que forman la materia circulan constantemente entre los seres vivos y el medio ambiente mediante los ciclos biogeoquímicos que son activados directa o indirectamente por la energía solar. La alteración de estos ciclos mediante la extracción de recursos naturales a un ritmo mayor de su regeneración, sumado a la emisión masiva de productos de desecho tanto sólidos, líquidos, como gaseosos al medio por parte de las actividades antrópicas ponen en riesgo el equilibrio ecológico existente en el planeta así como la disponibilidad de ciertos compuestos necesarios para el correcto desarrollo de la vida, tanto de los seres humanos como de los distintos seres vivos que habitan el planeta Tierra.

 

Nuestra concepción ha de ser sistémica y holística, tener una visión sistémica y holística de la biosfera, entendiendo que está formada por complejas interacciones entre los organismos y el medio que nos rodea, fruto de millones de años de evolución y que el modo de producción capitalista está alterando seriamente, siendo este el origen de la actual alarmante situación. Aunque el ser humano no puede acabar con toda forma de vida en la Tierra, la perpetuación del sistema socio-económico hegemónico en la actualidad profundizará en la barbarie, amenazando incluso con la misma existencia de nuestra especie. Solo el socialismo-comunismo puede poner remedio a este proceso incorporándole como pilar importante el ecologismo.

 

Para Marx y Engels, hombre y naturaleza son inseparables. Engels dijo que “el hombre en sí es un producto de la naturaleza, que se ha desarrollado dentro de su medioambiente”. Marx intentó explicar así mismo la asociación orgánica entre hombre y naturaleza en detalle: “La universalidad del hombre aparece en la práctica justamente en la universalidad que hace de la naturaleza toda su cuerpo inorgánico, tanto por ser (l) un medio de subsistencia inmediato, como por ser (2) la materia, el objeto y el instrumento de su actividad vital. La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre; la naturaleza, en cuanto ella misma, no es cuerpo humano. Que el hombre vive de la naturaleza quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el cual ha de mantenerse en proceso continuo para no morir. Que la vida física y espiritual del hombre está ligada con la naturaleza no tiene otro sentido que el de que la naturaleza está ligada consigo misma, pues el hombre es una parte de la naturaleza.”. Así pues, Marx y Engels pensaban que el hombre debía conocer con toda claridad “su unidad con la naturaleza” y rechazar “la insensible e innatural idea de un contraste entre espíritu y materia, hombre y naturaleza, alma y cuerpo”.

 

Marx fue consciente de esta contradicción existente entre capitalismo y naturaleza habiendo acuñado el concepto de fractura metabólica para designar los efectos del sistema capitalista sobre la interacción metabólica existente entre naturaleza y sociedad refiriéndose a que el sistema capitalista, con la división del trabajo y el antagonismo entre ciudad y campo sobre los que se va desarrollando, genera la alienación más básica y fundamental del ser humano con respecto a la tierra.

 

 

1.2 La acción del ser humano sobre su entorno

 

En la historia reciente conocida del planeta Tierra, el ser humano se ha demostrado como la especie que más se ha desarrollado en su capacidad de controlar la naturaleza y aprovecharla para sus fines. Esta realidad es consecuencia del desarrollo de la capacidad intelectual de los seres humanos, superando la mera sensibilidad y reacción a los estímulos sobrepasando el instinto de supervivencia para, además de sobrevivir, obtener mayor bienestar. Igualmente, debido a sus condiciones psico-biológicas, ha sido de las pocas especies que ha conseguido adaptarse a casi todos los climas del planeta y a tolerar las dietas más diversas. Gracias también a su composición y desarrollo evolutivo y morfológico, al evolucionar y andar erguido, el ser humano liberó sus manos con las que pudo trabajar, junto con el desplazamiento del pulgar en oposición a la mano alcanzó la capacidad de “pinza” con sus dedos, capacidad de vital importancia en el rol que jugó el trabajo en la evolución del mono en hombre. Las culturas humanas no pueden generarse a sí mismas a partir de unas leyes propias, puesto que éstas no son autónomas en relación con las de la naturaleza. Cultura y medio ambiente deben considerarse como una pareja de sistema de interacción. Esto quiere decir que cuando uno de los dos experimenta algún tipo de variación, quedará reflejada en el otro, por lo que requerirá una adaptación a la nueva situación.

 

Dicha superioridad y avance del ser humano con respecto al resto de especies ha tenido una especial expresión en la relación hombre-naturaleza. El ser humano ha extraído, transformado o alterado la naturaleza para aprovecharla en mejorar sus condiciones y formas de vida. Por ello, no se puede entender la historia del ser humano, y la propia existencia del mismo, sin la relación hombre-naturaleza, una relación básica e histórica, que ha sido fundamental en el desarrollo de los humanos como especie. Por ello, tampoco se puede entender el futuro de la humanidad sin la naturaleza. La naturaleza puede no necesitar al ser humano, pero el ser humano la necesita en todo momento para sobrevivir: no puede concebirse al hombre sino en la naturaleza de la cual forma parte, formando lo que Marx llamó relación metabólica entre la sociedad y la naturaleza.

 

La relación hombre-naturaleza aflora en la tesis primera de Marx sobre Feuerbach en la cual se deja esclarecida la relación del hombre como sujeto con la realidad y cómo ésta no debe concebirse como contemplación sensorial, sino práctica. La práctica se convirtió aquí en el principio de interacción con el mundo circundante mediante el proceso de conocimiento, el cual es un efecto de las condiciones históricas de la producción y de la forma de apropiación de los recursos que la naturaleza brinda. El conocimiento de las condiciones sociales de transformación de la naturaleza y su relación con la producción de bienes materiales, sigue siendo hoy un aspecto importante que aporta el marxismo en el estudio que realiza.

 

Yendo un paso más adelante, en base a la estructura de las sociedades humanas, la relación hombre-naturaleza ha sido fundamentalmente una relación, desde el punto de vista de los seres humanos, económica. La infraestructura de las sociedades humanas, es decir, el sistema económico imperante, es quien ha determinado dicha relación en cada momento histórico. Y en esta relación determinada por la infraestructura de cada sociedad humana, la naturaleza ha sido el soporte para las actividades humanas: ha sido tanto utilizada como transformada por las construcciones, por y para el transporte (de personas o mercancías), por y para el sector primario (agricultura, ganadería, pesca, minería, etc.), por y para la industria, y más recientemente, bajo el capitalismo, por y para el “sector servicios”.

 

Y precisamente, en el papel que ha jugado la naturaleza como soporte para las actividades humanas, hay que destacar precisamente el rol que ha jugado el trabajo del ser humano en esta relación. En palabras de Marx: “El trabajo es un proceso entre hombres y naturaleza, un proceso en el que, mediante su acción, el hombre ha regulado y controlado el intercambio de materias con la naturaleza. Se ha enfrentado a la materia de la naturaleza como un poder natural. Ha puesto en movimiento las fuerzas naturales pertenecientes a su corporeidad, brazos y piernas, cabeza y manos, para apropiarse de los materiales de la naturaleza en una forma útil para su vida. Al actuar mediante este movimiento sobre la naturaleza exterior a él y cambiarla, ha transformado al mismo tiempo su propia naturaleza”.

 

Los antepasados del ser humano se dedicaban entre otras cosas a la reproducción, la caza, el carroñeo y la fabricación de útiles muy primitivos que servían como instrumentos de caza y pesca, que posteriormente, con el desarrollo del ser humano han evolucionado hasta los modernos artilugios que fabricamos. Y con la interacción mayor que el hombre empezó a hacer con la naturaleza, el ser humano dejó de “utilizar” la naturaleza, para empezar a “dominarla”, entendiendo como definición de este concepto la capacidad humana de modificar el entorno (tanto a nivel físico como biológico) para sus fines. Esa es la principal diferencia entre el ser humano y el resto de especies animales, diferencia que radica en el papel que tiene el trabajo, pues la dominación de la naturaleza del ser humano se realiza bajo la forma del trabajo. Pero especial interés merece también la ciencia y el estudio de la naturaleza, es decir, el conocimiento que el ser humano ha tenido de su entorno, pues cuanto mayor ha sido el mismo, el avance científico y sus aplicaciones tecnológicas, mayor y mejor ha sido la dominación que el hombre ha efectuado sobre la naturaleza.

 

Es en este sentido en el que el comunismo aparece “como superación positiva de la propiedad privada en cuanto autoextrañamiento del hombre, y por ello como apropiación real de la esencia humana por y para el hombre; como retorno del hombre para sí en cuanto hombre social, es decir, humano; retorno pleno, consciente y efectuado dentro de toda la riqueza de la evolución humana hasta el presente”. El comunismo supone así, un completo desarrollo del humanismo que equivale al naturalismo y viceversa; la verdadera y única solución del conflicto entre “el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre, la solución definitiva del litigio entre existencia y esencia, entre objetivación y autoafirmación, entre libertad y necesidad, entre individuo y género”.

 

En resumen, se puede plantear que la contribución del marxismo a la problemática de la relación hombre-naturaleza, resalta el proceso de trabajo como el medio, o la vía, mediante el cual se establece una interacción entre hombre y naturaleza. Se refleja a un hombre que interactúa en la misma, con una determinada capacidad de comprender las consecuencias negativas o positivas de su acción en ella. Es con la concepción materialista de la historia que se sientan las bases para entender el proceso de articulación entre naturaleza-hombre y hombre-naturaleza, como forma de inscripción de los procesos naturales en la producción y reproducción económicas. La dominación de la naturaleza en Marx y Engels lleva implícito su antítesis: su conservación.

 

 

2. El capitalismo y la Naturaleza.

 

 

2.1 Una aproximación histórica.

 

Como ya señalábamos en el apartado anterior, la relación del hombre con la naturaleza ha venido marcada por el sistema económico vigente en cada momento histórico concreto.

 

Bajo el comunismo primitivo, existía lo que podríamos considerar una “lucha contra la naturaleza”: el ser humano tenía aun muchos depredadores y no disponía de las habilidades, tecnología ni conocimientos actuales para sobrevivir ante múltiples situaciones (enfermedades, condiciones atmosféricas adversas, plagas, sequías, hambrunas, etc.). La “dominación” de la naturaleza de la que hablábamos anteriormente, era muy baja.

 

El ser humano se dedicaba esencialmente a la caza y la recolección, se agrupaba en pequeñas comunidades por lo general nómadas. Sin embargo, poco a poco comenzaron a darse las primeras experiencias de agricultura y ganadería, por lo que la “dominación” sobre el entorno comenzó a evolucionar. Aun así, existía un bajo desarrollo de las tecnologías, y muchos de los recursos ni se conocían o no se le daba ningún uso.

 

Esta época estaba marcada por un impacto insignificante sobre la naturaleza, apenas existía contaminación de ningún tipo, y los desechos y los desperdicios que generaba el ser humano eran fácilmente asimilados por la naturaleza. Puesto que era en su mayor parte desechos orgánicos y porque eran en pequeñas cantidades.

 

Como efecto del desarrollo de la comunidad primitiva surgen las primeras sociedades clasistas, comenzando el proceso de lucha de clases que concluye con la conformación de la propiedad privada, que se establece definitivamente con el esclavismo y con la aparición del Estado como expresión de que esta sociedad se enredó consigo misma en una contradicción indisoluble.

 

En el esclavismo aparece y se desarrolla la propiedad privada de los medios de producción, lo que supone la explotación de la clase dominante (dueña de los medios de producción) a una clase dominada, los esclavos. Comienzan a realizarse obras públicas de gran envergadura gracias al desarrollo de la tecnología (vías de comunicación, acueductos,...), comienzan a aparecer algunos casos de industrias. El artesanado todavía es muy limitado.

 

Aparecen las ciudades con un tamaño considerable (miles de habitantes en un núcleo de población), debido al desarrollo del comercio. Aparece la minería, y esto produce una mayor extracción de recursos naturales, que a su vez genera el agotamiento de las minas más superficiales y con menos recursos. El agotamiento, en todo caso, no es importante a nivel global. Todo ello lleva a un mayor dominio del hombre sobre la naturaleza.

 

El desarrollo técnico todavía es limitado, pero sin embargo en esta época ya empiezan a producirse abundantes residuos (sobretodo entorno a los núcleos urbanos más grandes) que generan algunos problemas. Con el desarrollo de la minería y los abundantes desechos, se empieza a generar cierta contaminación del medio ambiente y alteraciones graves en el entorno en el que se dan.

 

Bajo el feudalismo, la productividad de los siervos aumenta con respecto a la de los esclavos. Aunque en los primeros momentos la baja acumulación de capital y la autosuficiencia hacen insostenibles las ciudades y grandes núcleos urbanos, lo cual hace reducir o decaer muchos de ellos, el posterior desarrollo del comercio gracias a los excedentes producidos por los siervos de la gleba, con la consiguiente acumulación de capital y riqueza por los señores feudales, el desarrollo de la navegación, de la artesanía y de los grandes talleres (metalúrgicos, textiles, etc...) permiten el resurgimiento de las ciudades, rompiendo el circuito cerrado del autoconsumo. Es este el germen del surgimiento de la burguesía como clase social que posteriormente instaurará el capitalismo como sistema económico y el liberalismo como sistema político.

 

El proceso de resurgimiento de las ciudades conllevó al aumento de la contaminación producida por el hombre. En esta época surge el colonialismo (sobre América, África, Asia y Oceanía), que conlleva una mayor explotación de los recursos de la naturaleza, especialmente de las zonas entonces vírgenes y poco explotadas por el hombre. Las guerras entre potencias producen la necesidad de un desarrollo intensivo de los ejércitos colonialistas, con el consiguiente efecto sobre la naturaleza (tala intensiva de árboles para la construcción de la armada, la "tierra quemada" como arma de guerra y el empleo de la técnica del azogue, que usa mercurio para procesar la plata con la que pagar la guerra, por ejemplo).

 

Sin embargo, es ya bajo el capitalismo, cuando se genera la contradicción antagónica actual entre dicho sistema y la naturaleza.

 

Con el capitalismo, se produce un enorme desarrollo industrial. Las antiguas manufacturas se convierten en grandes fábricas, que necesitan de un ingente y cada vez mayor proletariado que trabaje en ellas. Dicho proletariado se nutre de todos los artesanos, campesinos y pequeños comerciantes arruinados que sufren un proceso de proletarización. La consecuencia fue un gran proceso migratorio del campo a la ciudad, en la que se agrupó la práctica totalidad de dicho proletariado, y produciendo la separación del campo y la ciudad.

 

Comienza a su vez, a su vez, una sobreexplotación de los recursos. A partir de la invención de la máquina de vapor se produce la llamada revolución industrial que permite un crecimiento exponencial de la economía capitalista utilizando los combustibles fósiles como fuente de energía, en vez de las fuentes de energías renovables que se habían utilizado hasta entonces.

 

El capitalismo, gracias a dicho proceso de acumulación que libera mano de obra para la ciencia y la investigación, permite grandes desarrollos de la ciencia, la técnica y la tecnología, que permiten reproducir y aumentar el proceso de acumulación cada vez mayor de capital. Otro factor importante son los avances médicos y en cuestión de higiene, que provocaron un enorme crecimiento de la población que generó la fuerza de trabajo que necesitaba el capitalismo para desarrollarse. Esto conlleva una mayor producción en función de la rentabilidad económica y no por la necesidad de consumo

 

Sin embargo, todo ello conlleva una gran extracción de recursos para alimentar una industria en propiedad de una burguesía cada vez más sedienta de mayores beneficios, mayor apropiación de plusvalías y mayor acumulación de capital.

 

Desde el inicio de la revolución industrial, el nivel de generación de desechos, desperdicios y residuos se dispara, mayoritariamente en las grandes ciudades industriales, donde quien sufre los efectos es la clase trabajadora. No siendo estos reciclados ni reutilizados apenas por su no rentabilidad económica. La anarquía en la producción capitalista genera daños medioambientales nunca antes vistos por el ser humano.

 

El paso a la fase imperialista del capitalismo provoca la guerra entre las potencias imperialistas por la obtención del control de los recursos y de los mercados a nivel mundial. Se produce la globalización de la producción al máximo nivel.

 

La contaminación, cada vez mayor y creciente, pasa a ser un problema de primera magnitud para el ser humano como especie, que amenaza, reduce o quita la vida de muchos de sus miembros, siempre con un carácter de clase en la que los efectos la sufre la clase trabajadora más empobrecida y de los países menos desarrollados.

 

No debemos olvidar que durante gran parte del pasado siglo XX, un tercio de la humanidad emprendió el camino del socialismo. Esta experiencia debe encuadrarse dentro del modelo de sociedad industrial, y como tal, basada en la utilización como fuente energética de recursos fósiles altamente contaminantes y limitados. Si bien es cierto que estas economías estaban planificadas y su huella ecológica e impacto ambiental eran mucho menores y más controlados que en el capitalismo, no podemos olvidar los errores cometidos, principalmente en contaminación, sobreexplotación y destrucción de hábitats naturales que también se cometieron en el contexto de guerra fría contra el bloque capitalista; sobre todo para aprender de los mismos y no volver a cometerlos.

 

 

2.2 El capitalismo y su antagonismo con la naturaleza.

 

Todo el análisis histórico anterior lleva a la conclusión de que el capitalismo ha generado una contradicción antagónica entre la naturaleza y el actual sistema económico que rige la práctica totalidad de las sociedades humanas, una contradicción (hombre-biosfera) que en el pasado no era antagónica puesto que el medio y el hombre coexistían de tal forma que el uno no ponía en riesgo la existencia de la otra, pero que a raíz de la fractura metabólica que ya analizaban Marx y Engels entre el hombre y la naturaleza que genera el capitalismo, esta relación se ha convertido en una contradicción antagónica.

 

El capitalismo se desarrolla en el día a día bajo la lógica de la acumulación y concentración del capital, y lo que busca en maximizar el beneficio a través de la apropiación de plusvalías de la clase trabajadora, de la usura financiera y también del expolio de la naturaleza. Precisamente referido a esto último, el capitalismo no contabiliza los costes ecológicos sino que los considera “externalidades negativas” (concepto utilizado por la economía burguesa para definir un efecto de una actividad de producción o consumo no son reflejados en los precios del mercado, partiendo de la propia lógica de la anarquía de la producción capitalista). Estos efectos pueden ser positivos o negativos.

 

Desde este enfoque la contaminación es una externalidad de producción negativa. Es por ello que la economía burguesa no contabiliza adecuadamente, o de ninguna forma, muchos de los efectos de la actividad económica) como por ejemplo el coste energético de vender plátanos cultivados en Brasil en España o los residuos derivados de la producción de energía eléctrica a partir de la energía nuclear (el coste de tener que almacenar durante millones de años los residuos supera altamente su posible rentabilidad económica en el presente). El capitalismo tampoco contabiliza el trabajo reproductivo que necesita el sistema, realizado además en su mayoría por mujeres, lo cual es muestra de la relación que existe entre capitalismo y patriarcado en esta sociedad, en la cual se pone en tela de juicio el derecho a la vida y a la reproducción.

 

Pero ya no es sólo que el capitalismo no tenga en cuenta los costes ecológicos o el trabajo reproductivo, sino que uno de los hechos que genera la contradicción antagónica se encuentra en la propia esencia de su forma de producción: la anarquía que predomina en la producción capitalista. El capitalismo genera una serie de actores en la producción, las empresas en manos de los capitalistas, que producen de forma descoordinada, sin tener en cuenta las unas a las otras, porque la esencia de su existencia es la competición entre ellas por alcanzar la mayor cuota de mercado y el mayor beneficio posible. Y dicha competición lo que genera es precisamente la anarquía en la producción, el descontrol absoluto, cuyo único límite es la disposición o no del capital para invertir y poder producir más. La colisión entre las empresas privadas en la producción, puede ser peor aún. Las consecuencias serían fijación de precios por encima del precio real, coacción a los productores de materias primas, para marcar un precio de venta a las empresas…; en fin pueden modificar cualquier elemento del mercado a su propio interés, como si se tratase de un monopolio privado. La anarquía en la producción se complementa con la existencia de oligopolios en cuyas manos se concentra la producción y la venta de una parte importante de los productos de una o varias ramas de producción. Las multinacionales han perfeccionado asimismo un sistema de competencia manipulada que les permite limitar activamente la competencia entre ellas y estimular la competencia entre las empresas más pequeñas. A su vez los polos imperialistas, especialmente la Unión Europea y los Estados Unidos, con intereses contrapuestos, compiten entre sí por el mercado y la producción mundial.

 

Esta anarquía en la producción lo que genera es que no exista ningún tipo de planificación en la producción, más allá de la existente a nivel de empresa y de la mínima marcada por la intervención que hace el Estado capitalista en la economía para mantener vigente el propio sistema capitalista y para regular la actividad económica en consonancia con los intereses de la clase dominante. Pero que tenga que ser el Estado capitalista el agente que ponga un poco de orden y racionalidad a la economía es muestra una vez más de la esencia del propio sistema, de la barbarie que supone. Dicha ausencia de planificación produce que no se distribuyen los recursos y mercancías en base a criterios de sostenibilidad, equidad y justicia. Tampoco se tiene en cuenta el carácter finito de los recursos naturales ni tampoco que la riqueza es limitada y debería ser distribuida para que alcance para una vida digna de todo ser humano.

 

Todo lo contrario, el capitalismo en su fase imperialista actual produce el agotamiento de los recursos en base a la explotación desenfrenada y anárquica, agotamiento que se produce precisamente por no tener en cuenta los propios ciclos de renovación que tienen los recursos naturales. Produce también la contaminación de todo el medio que nos rodea en sus distintas formas. Y lo más importante de todo, el capitalismo produce y distribuye sin tener en cuenta las necesidades humanas, puesto que produce y distribuye bajo la lógica de la acumulación y concentración del capital.

 

La "obsolescencia programada" es un método capitalista de acumulación. La manipulación de la vida útil de un producto anulando premeditadamente su valor de uso, genera varias contradicciones: por un lado el expolio que los países industrializados hacen de los recursos de los países en vías de desarrollo, los cuales regresarán en forma de chatarra. El saqueo y reconversión de las zonas no industrializadas en vertederos, genera la destrucción de su ecosistema, además de aumentar la brecha entre países industrializados y países sin industrializar. La producción con fines sólo mercantilistas, aparte del despilfarro en los recursos, genera un desigual acceso a la tecnología para la clase trabajadora en relación a la burguesía.

 

Por eso, bajo el capitalismo, la consigna “socialismo o barbarie” tiene tanta vigencia: no hay alternativa posible bajo el capitalismo, porque el capitalismo en su propia esencia es antagónico con la preservación de la naturaleza en su forma actual. No caben “capitalismos verdes”. O se destruye el sistema capitalista y se supera por el socialismo, o sólo podemos acabar en la barbarie humana. Recordemos, aún así, que el Socialismo no es la solución del conflicto "Trabajo humano/Naturaleza" ya que no lo soluciona per se, si no que es una condición fundacional: hay que trabajar dentro del Socialismo para erradicar este conflicto y preservar la naturaleza.

 

 

2.3 El capitalismo y sus consecuencias para la naturaleza.

 

- Agotamiento de recursos y explotación desenfrenada (guerra de recursos entre potencias imperialistas)

 

El depredador sistema capitalista privatiza el planeta y utiliza los recursos naturales como negocio, donde predomina una óptica especulativa. El acceso desigual al uso de bienes básicos y recursos, al desarrollo y la innovación, ha sido una constante en el capitalismo. En la actualidad, 30 países consumen el 80% de la energía que se produce en el planeta, mientras que 1.100 millones de personas no tienen acceso al agua potable, de esta manera analizábamos en el XI Congreso la desigualdad que el capitalismo genera en cuanto al consumo de recursos.

 

En los países industrializados se consume energía de manera abrumadora, sin embargo 2.000 millones de personas según la FAO siguen utilizando la leña como combustible, gastando gran parte de sus ingresos en poder adquirirla. Hay que destacar lo ineficiente que es la combustión de leña para calentar o el usar lámparas de aceite para iluminar, sobre todo si lo comparamos con una cocina de gas, o tubos fluorescentes.

 

En los países desarrollados es enorme el consumo de combustibles fósiles para el transporte, predominando los automóviles con una ocupación muy baja (coches con alta cilindrada para ir en caravana al trabajo). La solución a este problema es la correcta ordenación del territorio de manera eficiente en cuanto a energía. Todo lo contrario que en la actualidad, donde el territorio está basado sobre una estructura polinuclear que fomenta el uso del transporte privado y el ferrocarril de alta velocidad.

 

También dentro de los países desarrollados hay grandes diferencias de consumo según las clases sociales, sin lugar a dudas vemos que bajo el capitalismo el consumo energético es completamente desigual en el mundo. Y que es principalmente en el llamado primer mundo donde se ha construido un modelo energético injusto (basado en el robo y el saqueo de los recursos naturales de los países empobrecidos y la destrucción de sus soberanía energética), insostenible y que está alterando de forma artificial el proceso natural de cambio climático cuyas consecuencias pueden llegar a ser catastróficas para el ser humano y la biosfera tal y como la conocemos hoy en día.

 

Recursos no renovables

 

Los no renovables son recursos naturales que no pueden ser producidos, cultivados, regenerados o reutilizados a una escala tal que pueda sostener su tasa de consumo. Estos recursos frecuentemente existen en cantidades fijas ya que la naturaleza no puede recrearlos en periodos dentro de la escala de la vida humana.

 

La alta dependencia de este tipo de recursos (tanto energética, como para producir multitud de productos) hace que el control de ellos sea vital para las potencias imperialistas. Es por ello que el control del petróleo y gas natural está unido a diversos conflictos bélicos: desde la Segunda Guerra Mundial hasta las más recientes invasiones imperialistas en Irak, Libia, etc., o las amenazas y atentados a Irán. Además de multitud de golpes de estado para tener controlados a los países productores.

 

Allá donde hayan conflictos militares o golpes de estado comprobaremos que casi siempre subyace por detrás la cuestión del control de recursos o la directa explotación de los mismos, y que directa o indirectamente siempre hay intervención de los diferentes polos imperialistas.

 

Tenemos ejemplos en la mayoría de países del mundo, citamos algunos: colonización de África; I y II Guerra Mundial; invasión y ocupación del Sáhara Occidental (fosfato); guerras en Sierra Leona (diamantes, ...), Sudán, Chad y Sudán del Sur (petróleo, diamantes, cobalto, coltan, cromita, estaño, hierro,...), Angola (petróleo, gas natural,...), Costa de Marfil (cacao, oro, diamantes,…), Liberia (hierro, caucho, diamantes,...), Sudáfrica (platino, oro, diamantes, cromo, antimonio, manganeso, níquel, fosfatos, uranio,...), Congo (coltan); invasión de EE.UU a la República Dominicana (bauxita, níquel, oro, azúcar); intento de invasión a Cuba (para que esta isla no fuese un ejemplo para los países vecinos y volver a poseer sus minas de níquel, cañas de azúcar,...); golpes de estado o asesinatos con implicación de la CIA en Venezuela (petróleo, gas natural,...), Guatemala (agricultura: expropiaciones a la United Fruit Company), Honduras (banana, café, oro, plata, plomo y zinc), Colombia (carbón, oro, plata, níquel, cobre, sal, café, ...), Ecuador (banano, cacao, petróleo), Bolivia (gas natural, litio, estaño, plata, cobre, hierro, oro,...), Chile (cobre, hierro, manganeso,...), Perú (cobre), Argentina (petróleo, gas natural, ganadería y agricultura), Brasil (hierro, diamantes, oro, magnesio), México (petróleo, plata, celestita, sulfato de sodio, bismuto, cadmio, mercurio, barita, grafito, antimonio, arsénico, fluorita, plomo, zinc, molibdeno, feldespato, azufre, manganeso, sal, yeso y cobre); ocupación japonesa de China, Corea y Vietnam (agricultura, pesca y carbón) con posteriores guerras e intervenciones de EE.UU; etc.

 

La conclusión es bien clara: el control de recursos y la explotación de los mismos ha plagado de guerras e intervenciones imperialistas todo el planeta, repercutiendo estas acciones también en la contaminación y destrucción del medio ambiente en dichos países.

 

Combustibles fósiles

 

Hidrocarburos

 

Los hidrocarburos extraídos directamente de formaciones geológicas en estado líquido se conocen comúnmente con el nombre de petróleo, mientras que a los que se encuentran en estado gaseoso se les conoce como gas natural. La explotación de los hidrocarburos es una actividad económica de primera importancia, pues forman parte de los principales combustibles fósiles (petróleo y gas natural), así como de todo tipo de plásticos, ceras y lubricantes.

 

El petróleo es la principal fuente de energía en los países desarrollados. Según la Agencia Internacional de Energía (2007) alcanza el 34% respecto al consumo energético total y bajo el consumo actual hay reservas para 40 años (Energy Policy 37).

 

Los países con mayores reservas de petróleo son los siguientes: Venezuela, Arabia Saudí, Canadá, Irak, Irán, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Libia y Nigeria.

 

El gas natural representa un 21% del consumo energético total (AIE 2007) y se calcula que hay reservas de 70 años bajo el consumo actual. Siendo Rusia, Irán, Qatar, Turkmenistán, Arabia Saudí, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela, Nigeria, Argelia e Irak los países con mayores reservas probadas.

 

Carbón

 

El carbón es un mineral que se formó a partir de los restos vegetales prehistóricos, principalmente de los helechos arborescentes. Esos restos sepultados por el fango y bajo los efectos del calor, la presión y la falta de oxigeno, tomaron la estructura mineral que hoy presentan.

 

La importancia del carbón radica en su poder energético como combustible y en el hecho de constituir la materia prima fundamental en la elaboración de infinidad de artículos. Las primeras maquinas de vapor, como barcos, trenes y maquinaria industrial se movieron gracias a la energía que suministraba a este material. Posteriormente fue desplazado por el petróleo; sin embargo, hoy en día el carbón parece recuperar su posición privilegiada, pues este es materia prima para la elaboración de plástico, colorantes, perfumes y aceites además su importancia también radica en la capacidad para responder a los picos de demanda, especialmente durante las crisis debido a sus mayores reservas.

 

A pesar de que son más fáciles de extraer que los hidrocarburos, por ser barato para el capital, aunque con alto costo humano en comparación con otras fuentes su uso produce la emisión de gases que contaminan la atmósfera, aumentan el calentamiento global, producen lluvia ácida y resultan tóxicos para la vida. Según la Agencia Internacional de Energía (2007) alcanza el 25% respecto al consumo energético total, aunque también está previsto el agotamiento de las reservas a medio plazo (unos 100 años).

 

Los principales productores de Carbón son: República Popular China, Estados Unidos de América, India, Australia, Sudáfrica y Rusia.

 

Minería y metales

 

La minería es la obtención selectiva de los minerales y otros materiales de la corteza terrestre. Dependiendo del tipo de material a extraer la minería se divide en metálica y no metálica. Los métodos de explotación pueden ser a cielo abierto o subterráneo. La propia explotación minera produce un impacto medioambiental tanto a nivel paisajístico como a nivel contaminante. Fundamentalmente suele producirse una alteración superficial causada por los caminos de acceso, hoyos y fosas de prueba, y preparación del propio lugar. También aparece alteración del suelo y la vegetación, ríos, drenajes, humedales, recursos culturales o históricos, y acuíferos de agua freática. Además de polvo atmosférico proveniente del tráfico, perforación, excavación, y desbroce del sitio o el ruido proveniente de los motores de las maquinas pueden molestar a la fauna del lugar. Los factores que lo determinarán serán entre otros la geología y geometría del yacimiento y la característica geomecánica del mineral y el estéril (parte inútil del subsuelo).

 

Hay una gran disparidad en los datos de las reservas y niveles de extracción de los principales minerales. Por poner varios ejemplos:

 

Hierro: el hierro existe en casi todo el mundo y muchos países son grandes productores, Rusia, Brasil e India son los países con mayores reservas. El hierro es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre, y se emplea fundamentalmente en la siderurgia, para transformarlo en acero, especialmente para automóviles, barcos y componentes estructurales de edificios. Entre otros usos del hierro y de sus compuestos se tienen la fabricación de imanes, tintes (tintas, papel para heliográficas, pigmentos pulidores) y abrasivos (colcótar). Ahora mismo el Hierro no es un recurso por el que los polos imperialistas estén en disputa, por su abundancia y el nivel de producción mundial, que sobrepasa la demanda, lo cual hace incluso que bajen los precios debido a una sobreoferta (datos de 2008-2010 de de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés): 1.1197 millones de toneladas (Mt) de consumo frente a 1.325 Mt de producción de acero crudo).

 

Cobre: es el tercer metal más utilizado en el mundo, por detrás del hierro y el aluminio. Se caracteriza por ser uno de los mejores conductores de electricidad (el segundo después de la plata). Gracias a su alta conductividad eléctrica, ductilidad y maleabilidad, se ha convertido en el material más utilizado para fabricar cables eléctricos y otros componentes eléctricos y electrónicos, tanto de uso industrial como doméstico. Asimismo se emplean conductores de cobre en numerosos equipos eléctricos como generadores, motores y transformadores, como cables para las telecomunicaciones. Se utiliza también en la fabricación de coches, trenes o barcos, en las redes de transporte de agua o como elementos arquitectónicos y revestimientos en tejados, fachadas, puertas y ventanas, y hasta como material para la fabricación de monedas. De acuerdo a información entregada en el informe anual del United States Geological Survey (USGS), las estimaciones señalan que las reservas conocidas de cobre en el 2011 a nivel mundial alcanzarían 690 millones de toneladas métricas de cobre fino. Y según las estimaciones de USGS, en Chile poseería el 28% del total de reservas mundiales del mineral; seguido de Perú con el 13% del total de reservas mundiales del mineral. La producción anual de cobre en 2011 según la Oficina Mundial de Estadísticas de Metales fue de 19,6 millones de toneladas de cobre refinado, frente a un consumo de 19,5 millones de toneladas. En general, el mercado de cobre a nivel mundial está muy ajustado entre oferta y demanda, lo cual hace de este recurso que existan mayores disputas por su control. Esta oferta está condicionada además porque, aunque el cobre es abundante, no son tan abundantes los yacimientos de dicho material de gran pureza que permitan que sea más rentable su extracción que su reciclado. Dicha disputa por la importancia que tiene el cobre y lo ajustado de su producción, lo concentrado de la misma y la escasez de yacimientos de gran pureza, ha hecho que no sea casual precisamente el permanente control que ha querido tener Estados Unidos de Chile, que en su día orquestara el golpe de estado militar contra Salvador Allende, y en general siempre ha querido mantenerlo muy controlado.

 

Coltan: es un compuesto mineral cuya demanda va en aumento, ya que se usa ampliamente en la industria electrónica para la fabricación de condensadores. El principal productor de coltan es la República Democrática del Congo con cerca del 80% de las reservas mundiales estimadas, lo cual ha sido una de las principales causas de las guerras endémicas en esa región, azuzadas por intereses económicos extranjeros.

 

Fosfatos: Nitrógeno, fósforo y potasio son los tres elementos que, en diferentes proporciones, contienen la mayoría de fertilizantes. El nitrógeno, que de manera natural es fijado desde la atmósfera entre otras, por las bacterias asociadas a las leguminosas (ya que las que captan el nitrógeno atmosférico son las bacterias), puede ser obtenido industrialmente mediante la reacción de Haber-Bosch. Esta producción consume el 1% de la energía mundial, pero el hecho de que el 78% de la atmósfera sea nitrógeno hace que no sea un recurso limitado. Lo mismo puede decirse del potasio, que se encuentra en abundancia en las sales marinas. Sin embargo, casi todo el fósforo se extrae de los fosfatos minerales y este recurso se está agotando estimándose sus reservas entre 50 y 125 años. Fueron las minas de Fosfato encontradas en el Sáhara una de las principales causas (junto a la pesca) que motivó la ocupación de Marruecos.

 

El agua: el agua es una sustancia muy abundante en el planeta Tierra, pues cubre el 71% de la corteza terrestre y que es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida, también para el ser humano, pero que, como otras muchas formas de vida, sólo le sirve la conocida como “agua dulce”.

 

El agua representa entre el 50 y el 90% de la masa de los seres vivos. Sin embargo, el 97,5% del agua que existe en nuestro planeta es agua salada, por lo tanto no potable, y del 2,5% de agua dulce, el 68,7 % lo componen los glaciares y los hielos perpetuos, el 30,1 % son aguas subterráneas y el 0,8 % está ocupado por el permafrost, es decir, la capa superficial del suelo que se encuentra helada de forma permanente. Únicamente el 0,4 % corresponde al agua superficial y atmosférica.

 

Esto hace del agua un recurso muy abundante, pero a la vez muy escaso ya que la forma bajo la cual es necesaria el agua para la supervivencia de la mayoría de formas de vida es poco frecuente. Además, el agua dulce per se para el ser humano no es suficiente, ya que por efectos naturales o del ser humano, muchas veces el agua no es “potable”, ya sea por contaminación producida por el ser humano (a través de vertidos) o por la propia acción de la naturaleza (como los ríos con altas concentraciones de minerales). Se calcula que 15.000 kilómetros cúbicos de agua dulce están contaminados en el mundo.

 

Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2006, hay 1.100 millones de personas en el mundo sin acceso al agua potable (406,2 millones de habitantes en el este de Asia y el Pacífico, 314 millones en el África subsahariana, 228,8 millones en el sur de Asia, 49,4 millones en América Latina y el Caribe y 37,7 millones en los países árabes). Asimismo, 2.600 millones de personas de la población mundial no tienen acceso hoy en día a los saneamientos adecuados (958,2 millones de habitantes en el este de Asia y el Pacífico, 436,7 millones en el África subsahariana, 925,9 millones en el sur de Asia, 119,4 millones en América Latina y el Caribe y 80,1 millones en los países árabes). Cada año fallecen aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años por esta cuestión, y se pierden 443 millones de días lectivos a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento.

 

Pero más que el uso para consumo del ser humano, el agua dulce se utiliza fundamentalmente para la agricultura (alrededor del 70% del consumo de agua por el ser humano se emplea para la agricultura), y el uso industrial otro 20%, sólo siendo el 10% restante de uso doméstico por los seres humanos.

 

Teniendo en cuenta además las proyecciones de aumento de población y la escasez del agua, y la importancia que tiene (se estima que en 2025 la demanda de agua en el mundo puede ser un 56 % superior al suministro), el control del agua dulce y potable ha pasado a ser una cuestión geoestratégica de primer orden, teniendo en cuenta además que el agua muchas veces no se encuentra en un sólo país, sino que los ríos fluyen por varios países: existen en la actualidad 263 cuencas transfronterizas.

 

El Informe del PNUD de 2006 mencionado arriba recogía 507 episodios de hostilidad internacional ocasionados por el control y utilización del agua, de los cuáles muchos de ellos habían tenido lugar en las zonas donde el agua potable es más escasa, como en Oriente Medio, donde el control del agua potable ha pasado a ser el principal objetivo del Estado imperialista de Israel (no es casualidad la toma del control por parte de Israel de los Altos del Golán a Siria, pasando a controlar el lago Tiberíades y la mitad de las riberas del valle del río Yarmouk, principal afluente del Jordán). Otros ejemplos de conflicto podrían ser el control de las aguas en la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates entre Turquía, Siria e Irak, con el proyecto turco del denominado Gran Proyecto Anatolia (GAP); el acceso al agua de los ríos Syr Darya y Amu Darya en Asia Central entre Kirguizia y Tayikistán por un lado (quienes controlan el 90% del agua de la zona), y Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán por otro (quienes apenas no tienen acceso al agua); la delimitación del mar Caspio es un conflicto entre los cinco países ribereños: Rusia, Irán, Azerbaiyán, Kazajstán y Turkmenistán; el conflicto entre Pakistán, Bangladesh, Nepal, India y China por los ríos de la zona (fundamentalmente el Indo y el Jhelun) así como las cuencas subterráneas de la zona; el conflicto en el río Mekong entre los seis países ribereños: China, Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia y Vietnam; y en África el control de los ríos Nilo, Zambeze, Volta, Níger y Congo y la zona de los Grandes Lagos por todos los países de la zona. Y así un largo etcétera.

 

Uranio: Se usa como combustible nuclear, los principales productores de Uranio son: Canadá, Australia, Kazajistán y Níger. Según las estimación de la AIE (Informe WEO) hay reservas de 50-80 años bajo el consumo actual, según la Agencia de Energía Nuclear las reservas estarían en 230 años con previsión de encontrar nuevos yacimientos y 80 años con los actuales. Pero estos 80 años disminuirían a 12 si la energía nuclear cubriese el 40% del consumo energético (actualmente un 6%).

 

- Contaminación y cambio climático

 

El clima nunca ha sido estable en el planeta Tierra y siempre ha estado en evolución, sucediéndose las glaciaciones y las épocas más cálidas como la actual. Digámoslo así que el planeta siempre ha sufrido un proceso natural permanente de cambio climático. Dichos procesos han tenido lugar a lo largo de millones de años, que al compararlo con la escala de vida humana, hace que nuestra existencia haya sido insignificante en comparación con el tiempo de existencia de la biosfera en el planeta Tierra que anteriormente analizábamos. Sin embargo, dentro del proceso natural de evolución del clima, en la actualidad sí que está sucediendo algo novedoso: el ser humano, con su actividad, principalmente con la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, pero también en base a la deforestación, contaminación generalizada, alteración de ecosistemas, etc., está intercediendo de forma artificial en el mencionado proceso de cambio climático, alterándolo. Dicha alteración puede llegar a provocar unos daños irreversibles para la biosfera en general y en especial para el futuro de la raza humana, de grandes dimensiones. No se trata de ser agoreros del apocalipsis final ni exagerados/as. El ser humano y la biosfera seguirán existiendo en el futuro, pero puede que las condiciones de su existencia sean muy distintas a las actuales en apenas unos pocos cientos de años, condiciones que podrían ser mejores en el futuro si en el presente viviéramos bajo otro sistema económico que no fuera el capitalismo.

 

-          Contaminación atmosférica

 

Los problemas de la contaminación atmosférica son prácticamente globales y están causados principalmente por la enorme cantidad de emisiones tanto por la quema de combustibles fósiles y de biomasa, sumada a la contaminación producida por las grandes explotaciones de ganado principales emisores de Gas Metano siendo este uno de los gases más contaminantes existentes. Estas distintas actividades emiten a la atmósfera dióxido de carbono, dióxido de azufre, monóxido de carbono, compuestos fluorocarbonados, gas metano y distintos gases contaminantes

 

La lluvia ácida es la presencia de ciertas sustancias (CO2, NO2, hidrocarburos) emitidas a la atmósfera bajo los efectos de radiación solar sufren transformaciones en las que se generan sales y ácidos sulfúrico y nítrico, los cuales, disueltos en agua de lluvia caen sobre la tierra provocando la llamada lluvia ácida. Los factores predominantes de la lluvia ácida son el dióxido de azufre procedente de centrales geotérmicas y procesos industriales y el óxido de nitrógeno procedente de escapes de vehículos cuyos motores son alimentados por combustibles fósiles. Las lluvias ácidas son una consecuencia a nivel local de la emisión de los contaminantes antes señalados. Es un problema que se ha vuelto realmente preocupante en los últimos años, pues afecta especialmente a la salud de los animales y la destrucción de la diversidad. Se calcula que más de 2.7 millones de personas mueren al año por causas atmosféricas, perteneciendo el 90% de éstas a los países en desarrollo.

 

Efecto invernadero: efecto invernadero es un efecto natural que se produce en la Tierra y consiste en la reflexión por parte de la atmosfera de la radiación de la superficie terrestre lo que conlleva un aumento de la temperatura hasta valores que permiten la vida en la Tierra. Consecuencia de este equilibrio entre la energía que entra y que sale se alcanza una temperatura estable en la Tierra. El efecto invernadero eleva la temperatura media de la Tierra 33 grados respecto a un planeta que no tuviese atmósfera dejándola en 15ºC de media y permitiendo la vida en ella. Cambio climático: Al aumentar, por la acción de las sociedades industrializadas, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera (CO2, CH4, CFC y NOx principalmente), este equilibrio se rompe, provocando un aumento de la temperatura de la superficie terrestre y de la baja atmósfera.

 

Según uno de los informes publicados por la OMS sobre los efectos negativos del calentamiento global, el cambio climático es el responsable de cerca de 150.000 muertes anuales. La previsión de los expertos de la OMS es que esta cifra se duplique para el año 2030, la mayoría en países en vías de desarrollo.

 

La combustión de los derivados del petróleo junto a la combustión del carbón y la explotación ganadera intensiva de bovino, son varias de las principales causas de emisión de CO2 mayor de lo que naturaleza puede asimilar, cuya acumulación excesiva en la atmósfera genera el cambio climático.

 

Actualmente, desde el punto de vista de la ecología, el cambio climático supone el más acuciante y grave de los problemas, ya que, aunque se cortasen drásticamente las emisiones de GEI hoy, las temperaturas tardarían en estabilizarse (esto se debe en buena medida a la complejidad del ciclo del CO2). Por tanto, está mayoritariamente asumido que se van a dar una serie de cambios irreversibles debido al aumento de unos 2ºC en la temperatura media global, con consecuencias graves. Sólo una reducción drástica de las emisiones de GEI, evitaría que las consecuencias fueran catastróficas en vez de graves.

 

Con el fin de atajar este grave problema, en 1997 se firmó el Protocolo de Kioto sobre cambio climático, un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones globales de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global, entre ellos el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4). El protocolo fue inicialmente adoptado el 11 de diciembre de 1997 pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005 tras la ratificación de Rusia. En noviembre de 2009, eran 187 estados (prácticamente todos) los que habían ratificado el Protocolo. Estados Unidos, el mayor emisor de gases de efecto invernadero (un 25% del total mundial), lo firmó pero nunca lo ratificó, mientras que Canadá lo abandonó el 11 de diciembre de 2011 para no pagar las multas por incumplir su obligación de reducir emisiones. Desde la entrada en vigor del Protocolo, su seguimiento ha avanzado, consolidándolo como el marco normativo internacional mínimo bajo el que trabajar para solucionar la seria amenaza que supone el cambio climático. Si bien no supone una apuesta firme por la superación de los combustibles fósiles, y a pesar de estar diseñado desde la óptica del capitalismo verde, sin una crítica de fondo del modelo capitalista de sociedad consumista y derrochadora que subyace al problema del calentamiento global, el Protocolo de Kioto representa el compromiso mínimo de reducción de emisiones que se pudo alcanzar a nivel internacional y de forma vinculante, por lo que su estricto cumplimiento debe ser una firme reivindicación de toda organización ecologista.

 

Estructura de las emisiones de CO2 en 2010:

 

-          Contaminación acústica

 

Las ciudades constituyen entornos altamente saturados de ruido procedentes de fuentes muy diversas. El ruido, tanto si es percibido como un persistente rumor como si se trata de estímulos momentáneos y específicos, incide de manera muy negativa sobre la salud de las personas, convirtiéndose en una causa importante de estrés. La lista muestra la correlación entre algunas fuentes contaminantes, su nivel y los efectos asociados. (ver Anexo I)

 

-          Contaminación lumínica

 

Los sistemas de iluminación urbanos. Así como los de las redes de transporte, son sistemas con un elevado consumo energético y sus características provocan una contaminación lumínica cuyo alcance se extiende a la atmósfera que envuelve el planeta e incluso más allá de ella. Los sistemas de iluminación urbanos. Así como los de las redes de transporte, son sistemas con un elevado consumo energético y sus características provocan una contaminación lumínica cuyo alcance se extiende a la atmósfera que envuelve el planeta e incluso más allá de ella. Las causas o factores contaminantes son el funcionamiento ineficiente de los sistemas de iluminación, la inadaptación a los ciclos naturales noche-día y la iluminación espectacular inadecuada de edificios públicos y monumentos. Todos estos factores traen como consecuencia la dificultad en la observación científica del cosmos y un consumo innecesariamente elevado de energía.

 

-          Contaminación semiótica y semántica

 

Las ciudades constituyen ecosistemas caracterizados por una gran dependencia de las comunicaciones internas y externas. Éstas no pueden ser entendidas sin el continuo flujo de mensaje, imágenes e información que forman parte de su metabolismo y que, emitidas desde los diversos agentes sociales a través de los medios de comunicación, buscan su competitividad. Pero este flujo, paradójicamente, puede provocar unos efectos contrarios a los pretendidos. Las causas son la mitificación de los valores de la imagen, de la seducción y de la apariencia, la ausencia o debilidad de mecanismos de control cuantitativos y cualitativos y por último la cultura de la inmediatez. Todos estos factores provocan la reducción en el nivel de receptividad, la pérdida de legibilidad, inteligibilidad, se sensibilidad por el detalle y lo sutil, la desinformación y confusión y la dificultad para el análisis de las implicaciones asociadas a signos, mensajes e información.

 

-          Contaminación genética

 

Las nuevas biotecnologías abren posibilidades de desarrollo tan espectaculares como insospechadas con sus posibles consecuencias negativas. Las técnicas de manipulación genética no solo inciden de manera directa en el ADN modificándolo, sino que suponen la mezcla biológica de información genética de especies que en la naturaleza no podrían combinarse, lo cual supondría la trasgresión de unas leyes biológicas cuyos efectos serían imprevisibles. Los principales causas de esta contaminación genética son la combinación de información genética de especies divergentes, la introducción en el medio de especies manipuladas (transgénicas), la meditación del saber científico al servicio de los intereses de las multinacionales y la lógica del negocio que invade la lógica de la vida. Todo estos nos trae múltiples consecuencias negativas como la incapacidad de controlar el desarrollo de las especies transgénicas y sus interacciones con las especies no modificadas, la aparición de nuevas enfermedades, epidemias, malformaciones genéticas en el hombre y en los seres vivos afectados y el elitismo y dependencia social de las multinacionales.

 

-          Contaminación del suelo

 

El suelo terrestre cumple diversas funciones, todas ellas esenciales para la vida (soporte para los vegetales, captación de agua, mantenimiento de la humedad, asimilación de compuestos minerales y orgánicos, enlace entre el hombre, los animales y plantas, reserva de nutrientes). Mientras que, los restos procedentes de los seres vivos son biodegradables y pueden asimilarse biológicamente, no sucede lo mismo con los compuestos sintéticos, cuya asimilación es muy difícil y que reaccionan de manera sinérgica entre ellos, generando efectos imposibles de determinar y controlar. La presión ejercida sobre los suelos ha aumentado alarmantemente en los últimos años, se les ha sometido a diversas fuentes contaminantes y fenómenos que les afectan (contaminación industrial y urbana, pesticidas, fertilizantes, sobrepastoreo, desforestación).

 

Toda esta situación tiene como resultado la afectación de la calidad del suelo afectando a su productividad y teniendo como consecuencias la erosión hídrica y eólica, la desertificación, la salinización.

 

Analizando algunos continentes se ha podido observar las consecuencias de la degradación de los suelos en cada uno de ellos, África por ejemplo sufre sobretodo de problemas de desertificación, en Europa ha afectado principalmente a los recursos hídricos. América Latina sufre de erosión por el aumento de la presión agrícola. La erosión hídrica es también grave en Asia. Países como Afganistán, India e Irán sufren erosión por la acción de los vientos. Toda esta situación tiene como resultado la afectación de la calidad del suelo, afectando a su productividad de materia vegetal (flora) y teniendo como consecuencia una mayor erosión hídrica y eólica, desertificación, salinización y acidificación mayor que en condiciones naturales.

 

La contaminación por pesticidas, herbicidas e insecticidas es una de las principales causas... de degradación de los suelos en el mundo, la degradación de los suelos afecta también a la reducción de la biodiversidad y a la contaminación ambiental y de los alimentos. La sobrexplotación del suelo por la agricultura extensiva de monocultivo es una de las razones por las que se necesita el uso de productos químicos artificiales, ya que el periodo de tiempo biológico necesario para la recuperación espontánea de los suelos no es respetado.

 

Otros de los problemas existentes es el de la acidificación del suelo. Aunque esto se produzca de forma natural, la acción humana lo acelera y agrava principalmente debido al fenómeno de la lluvia ácida. Los efectos de la acidificación pueden llegar a ser muy graves y perjudiciales, entre los principales podemos encontrar: disminución del crecimiento de las plantas y de los procesos biológicos del suelo, mayor dificultad para la puesta en marcha de cultivos, disminución de la capacidad de amortiguamiento del suelo, etc.

 

-          Contaminación del agua

 

El agua es un recurso limitado que sigue unos ciclos complejos que inciden de manera directa sobre las condiciones favorables para la vida, en total el agua potable disponible en el planeta es sólo de un 0.014%. Por otro lado, mientras que los países ricos sufren un consumo desmesurado, en las zonas subdesarrolladas la falta de disponibilidad llega a amenazar incluso la supervivencia. A día de hoy cerca de 3 millones de personas carecen de acceso a los servicios básicos de agua potable, las zonas rurales frente a las urbanas resultan más perjudicadas en este sentido. Toda esta situación se agrava con la contaminación de los océanos, aguas subterráneas, ríos y costas por vertidos de carácter muy diverso (pesticidas, herbicidas, insecticidas, fertilizantes, vertidos urbanos, industriales, residuos radiactivos…). Por media mueren al año 3.3 millones de personas por diarreas, cólera, fiebres tifoideas,... por no contar todas aquellas que simplemente enferman de por vida por todo tipo de bacterias derivadas del agua por todo tipo de bacterias derivadas del agua no potable o contaminada.

 

No son menos importantes los efectos negativos que la contaminación del agua tiene sobre los cultivos que son regados con ella y sobre las especies acuáticas que en ella habitan. Pudiendo producir enfermedades en el ser humano por ingestión de alimentos contaminados.

 

-          Problemas de salud por contaminación del aire

 

La contaminación del aire en ambientes cerrados o al aire libre produce enfermedades respiratorias (asmas, alergias,...). Algunos de los principales agentes contaminantes que respiramos son: el amianto, benceno, dióxido de carbono, etc. Los metales pesados como las dioxinas, los PCB y los plaguicidas producen trastornos neurológicos del desarrollo. Agentes físicos, químicos y biológicos pueden provocar graves alteraciones en la salud. Los plaguicidas pueden producir afectación inmunológica, alteración de los procesos endocrinos, trastornos neurotóxicos y cáncer. Así como la radiación ultravioleta puede producir cáncer de piel y represión de la respuesta inmunológica.

 

- Residuos y reciclaje

 

La disposición en los vertederos es el método más tradicional de recogida de basuras, y se mantiene como una práctica común en la mayor parte de países. Históricamente, los vertederos eran establecidos en canteras en desuso, minas abandonadas, etc. Un vertedero correctamente diseñado y bien gestionado puede ser un método higiénico y relativamente barato de eliminar materiales de desecho de una forma que reduce al mínimo su impacto sobre el entorno local. Vertederos más viejos, mal diseñados o mal gestionados pueden generar un impacto ambiental adverso como la basura arrastrada por el viento, la atracción de insectos, y la generación de lixiviados que pueden contaminar aguas subterráneas. Otro subproducto de los vertederos es el gas de vertedero (compuesto sobre todo de gas metano y dióxido de carbono), que es producido por la descomposición de la basura orgánica. Este gas puede crear problemas de olor, mata a la vegetación de superficie, y es un gas de efecto invernadero.

 

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los países occidentales producimos cada año más de 50 toneladas de residuos digitales. En Europa solo un 25 % de este tipo de residuos es recogido y reciclado correctamente, el resto es enviado con barcos a diversos países de África como Ghana, Nigeria o Costa de Marfil. Pero lo más estremecedor del asunto es que para eludir las leyes internacionales, toda esta basura electrónica es etiquetada como bienes de segunda mano o donaciones de caridad.


Una vez depositado todo este material en montañas y montañas de monitores, placas base y discos duros, los habitantes de este páramo lo queman para poder obtener el preciado cobre y otros materiales que puedan revender después en el mercado ilegal. Como consecuencia, la basura electrónica está contaminando sus ríos y lagos.

 

El petróleo tiene el problema de ser insoluble en agua y por lo tanto, difícil de limpiar. Además, la combustión de sus derivados produce productos residuales muy contaminantes.

 

En general, los derrames de hidrocarburos afectan profundamente a la fauna y vida del lugar. Casi la mitad del petróleo y derivados industriales que se vierten en el mar, son residuos que vuelcan las ciudades costeras. Otros derrames se deben a accidentes que sufren los grandes barcos contenedores de petróleo o los barcos que limpian sus depósitos en el océano. Un ejemplo también son los vertidos de plásticos, que en los océanos llegan a formar islas kilométricas de este residuo, como la llamada Sopa de Plástico del Océano Pacífico que mide 1.400.000 km², además de que las pequeñas partículas de estos residuos acaban formando parte de las cadenas tróficas.

 

Los derrames de petróleo representan una de las mayores causas de la contaminación oceánica. Ocasionan gran mortandad de aves acuáticas, peces y otros seres vivos de los océanos, alterando el equilibrio del ecosistema. En estos lugares, el hecho de que durante un periodo de tiempo el ecosistema sufra un cambio tan brusco, hace que se trastornen los ciclos vitales de flora y fauna de manera irreparable en el corto y medio plazo. Esto hace que las actividades que se desarrollan en el mar como podrían ser la pesca, la navegación o el uso de las playas con fines recreativos, tengan que dejar de hacerse en ese lugar y, según la lógica capitalista, buscar el beneficio en otro lugar, expoliando otras aguas y causando sobrexplotación pesquera en países a los que denominan “del tercer mundo”.

 

Por otro lado, si el aumento del consumo no cesa, la cantidad de basura reciclada nunca llegaría al nivel de la basura producida. Desde la implementación de los sistemas de reciclaje, no disminuyó la cantidad de basura, sino que ha aumentado, por el aumento constante del consumismo. Además, en muchos lugares, los sistemas de reciclaje no cumplen con su cometido, ya que gran parte de los materiales acaban siendo, finalmente, almacenados o incinerados. También ha de tenerse en cuenta que el reciclaje de ciertos materiales no es una solución, porque se acaba perdiendo el valor (pérdida de utilidad) de los materiales originales. Por ello, el reciclaje, no puede ser la única vía para la reducción en la producción de residuos. Para reducir residuos primero se debe reducir el consumo, reutilizar todo lo posible y por último dar un tratamiento de reciclaje. De esta forma, la supuesta solución se convertiría en solo un paliativo y una forma de organizar los desechos para abaratar los costos de las materias primas.

 

- Un modelo energéticamente insostenible

 

Como explicábamos anteriormente el consumo energético es completamente desigual e injusto. Anualmente en Norteamérica (México, EEUU y Canadá) se consume 6.3 Tep/cápita, en la UE-27 3.6 Tep/cápita, en Oriente Próximo 2.9 Tep/cápita, en Latinoamérica 1.2 Tep/cápita, en África 0.7 Tep/cápita, Asia (sin China ni Rusia): 0.6 Tep/cápita. (Tep: Tonelada equivalente de petróleo).

 

Por países los datos son los siguientes: EEUU 7.8, Arabia Saudí 6.2, Francia 4.1, Alemania 4.0, Japón 4.0, España 3.2, Venezuela 2.3, Argentina 1.9, China 1.5, Argelia 1.1, Cuba 0.9, Marruecos 0.5, Kenia 0.5, India 0.5. También se ve que los productores de petróleo tienen que consumir más para poder extraerlo.

 

A nivel global la distribución de energía primaria (la mezcla energética) es la siguiente (12 150 Mtoe): Petróleo 32.8; Carbón 27.2; Gas Natural 20.9; Biocombustibles 10.2; Nuclear 5.8; Hidráulica 2.3; Otras (se incluyen eólica, solar,...) 0.8.

 

Consumo mundial (12716 MTEP) de energía en 2010:

 

Distribución del consumo mundial de energía en 2010:

 

 

Hay que aclarar que el rendimiento de transformar energía térmica en eléctrica es muy bajo (en torno a un 34%) por lo que gran parte del consumo de gas natural y carbón en las centrales térmicas o de ciclo combinado se debe sólo al bajo rendimiento del proceso, lo que resulta realmente ineficiente si lo comparamos por ejemplo con el rendimiento general de las energías renovables. Es decir, el porcentaje real de aportación al consumo energético global por parte de las energías renovables sería superior al señalado anteriormente.

 

Como vemos, el modelo energético global depende en una proporción abrumadora de recursos no renovables y altamente contaminantes: petróleo, gas natural y carbón.

 

Y la alternativa de los agrocombustibles (mal llamados “biocombustibles”) significa la especulación con alimentos y la promoción de grandes extensiones de “monocultivos” (muy dañinos para la tierra, y que además de suponer pérdida de soberanía alimentaria acarrean problemas de desplazamiento de comunidades locales y vulneración de derechos humanos) para producir combustible, es decir, la promoción del hambre en el mundo.

 

Por otra parte, la energía nuclear tampoco es una alternativa, aparte de depender de recursos no renovables (uranio) con unas reservas escasas, los altos peligros de un accidente nuclear tanto en el periodo de producción como en el trasporte de los residuos nucleares (leucemia, cáncer de tiroides, permanencia de radiactividad con la consecuente despoblación de la zona durante cientos de años,...) así como la carencia de soluciones para el problema de los residuos nucleares: los residuos nucleares emiten radiación alfa, beta y gamma, además de generar calor como consecuencia de la desintegración radiactiva. Además contienen diferentes sustancias que desarrollan su radiactividad independientemente, lo que dificulta el tratamiento de los residuos; por ejemplo, aunque los principales elementos sean los uranios U235 y U238 con 704 y 4470 millones de años de periodo de desintegración respectivamente (95% de los residuos), son los productos de fisión del combustible (2% de los residuos) los que se mantienen mayor actividad durante los primeros 150-200 años. Entre estos residuos se encuentran también el plutonio 240, que tarda aproximadamente 24.000 años en reducir su radioactividad a la mitad, 24.000 años más en reducirla a una cuarta parte, y así sucesivamente; y el neptunio 237, con una vida media de 2.130.000 años.

 

Además la energía nuclear no se adapta a las curvas de demanda eléctrica, requiere el uso de almacenamiento energético u otras fuentes de apoyo, dificulta la integración de grandes cantidades de energía renovable eólica o solar, y es una energía muy centralizada con una gran dependencia energética tanto por el combustible como por la tecnología. En este sentido hay que recalcar la falta de nuevas investigaciones por parte en la comunidad científica, con serias dificultades técnicas (desde principios de los años noventa apenas se ha avanzado). Estos límites técnicos son arrastrados también en las empresas con más poder tecnológico, que se ven incapaces de desarrollar sistemas novedosos para solucionar el gran problema de los residuos.

 

Por último hay que señalar que tiene una rentabilidad económica baja respecto a otras fuentes no renovables. Según informe del departamento nuclear del MIT: “The Future of Nuclear Power 2003" (revisado y actualizado a 2009): Nuclear 8.4 $/kWh ; Carbón 6.2 $/kWh ; Gas 6.5 $/kWh. Rentabilidad energética baja frente a fuentes renovables según Bilek et. al (2006) “Life-Cycle Energy and Greenhouse Gas Emissions of Nuclear Power in Australia Hidraulica (ro) 22-5: Solar fotovoltáica 1.5-6.3 ; Nuclear 2.5-6.3 (mismo orden fotovoltáica y menor que las otras); Eólica 8.3-24.4 (estos últimos datos representan la tasa de retorno energético, es decir en proporción a la energía invertida para hacer la instalación, mantenimiento, etc., cuánta energía se genera durante la vida media de la instalación).

 

El capitalismo es un sistema basado en el derroche energético constante, desde el transporte diario al centro de trabajo, al ocio, como para la producción. Esto hace que este modelo sea insostenible, la sociedad de usar y tirar no para de derrochar energía. Hay que plantear un sistema basado en la planificación de la economía para que este derroche energético pare. Además, debemos recordar la mala estimación del precio de la energía nuclear, debido a que éste solo incluye los costes de producción de la energía y obvia el coste del almacenamiento de los residuos que permanecerán activos durante miles de años.

 

- Extinción de especies a nivel mundial

 

Actualmente nos encontramos con lo que se ha denominado como “sexta extinción masiva”, que ha tenido lugar desde el comienzo del Holoceno (los últimos 12.000 años) coincidiendo con la Revolución Neolítica y el paso de una economía recolectora a productora. Y aunque es cierto que desde que el ser humano apareció ha provocado la extinción de diversas especies no es hasta el surgimiento del modo de producción capitalista cuando se sucede el mayor número de extinciones

 

La causa principal la encontramos en un modelo de desarrollo insostenible basado en el consumo, la destrucción del hábitat, la sobrexplotación de las especiales, la caza furtiva, la contaminación, la cada vez mayor parcelación del territorio, la introducción de especies invasoras, entre otros.

 

En estos momentos hay más de 16.000 especies de Flora y Fauna amenazadas de extinción según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Este organismo cifra el número de extinciones sucedidas (desde el año 1500) en 784 y a otras 65 solamente se les puede encontrar en cautiverio o en cultivo. Esto incluye a uno de cada tres anfibios y a una cuarta parte de los árboles de coníferas del mundo, además de una de cada ocho aves y uno de cada cuatro mamíferos que se conocen están en peligro.

 

La extinción de especies supone un grave problema a largo plazo, ya que en buena medida se desconocen los efectos que estas desapariciones puedan tener en los distintos ecosistemas; así como suponen también la desaparición de campos de investigación en el ámbito de la bioquímica y medicina.

 

Tras la crisis capitalista, las intervenciones imperialistas en países petroleros que han propiciado el aumento del precio del gas y el petróleo, unido al bajo rendimiento de las instalaciones eólicas e hidráulicas, entre otros causantes, el carbón ha vuelto a ser la principal fuente de producción de electricidad.

 

 

3. El capitalismo y la problemática de ecológica en el Estado español.

 

3.1 El contexto de la UE

 

Antes de entrar a analizar las problemáticas a nivel concreto conviene contextualizar la situación en nuestro país dentro del marco supranacional donde se inserta el Estado español, que es la Unión Europea. La UE, como polo imperialista regional que es, actúa como una de las principales zonas geográficas donde se concentran los problemas ecológicos que produce el capitalismo que ya habíamos señalado anteriormente, en los cuáles no vamos a entrar ahora a profundizar sobre cada uno de ellos.

 

Pero sí es especialmente importante analizar la UE en cuanto a tres factores, que posteriormente permiten comprender mejor la situación en el Estado español: (1) el problema del abastecimiento energético en Europa, (2) que tiene íntima relación con el segundo aspecto que es el papel que juega la UE en los conflictos entre las potencias imperialistas y el apoyo o intervención directa en ataques a países soberanos y (3) el problema de los residuos en Europa, con una gran cantidad de deshechos, mercancías y recursos que son despilfarrados, sobretodo en torno a los núcleos urbanos más grandes de Europa (Londres, París, Berlín, Roma,...) (4) Y la mafia surgida alrededor de la gestión de la basura, en caso como Italia, Alicante, etc.

 

El tercero de los factores señalados profundizaremos en él en el siguiente apartado cuando analicemos la problemática de los residuos en el Estado Español, pero con respecto a los dos primeros, hay que señalar algunos elementos. El primero sería la alta dependencia energética que tiene Europa. Excepto en Noruega, Europa no tiene gas ni petróleo, y el carbón no es ninguna alternativa ni siquiera bajo el capitalismo, que solo ha mantenido su producción y uso a base de subvenciones públicas porque su precio de extracción es elevado y la calidad del mismo bastante mala.

 

Algunos países como Francia y Alemania llevaron a cabo en el pasado ambiciosos programas nucleares civiles, precisamente para reducir su dependencia energética. Pero estos programas, además de los residuos que generan y el peligro que entrañan, fueron tan caros que sólo las principales potencias económicas de la región se lo han podido permitir. Corroborando así, la tesis de las contradicciones interburguesas en el seno de la Unión Europea en la cual los grandes monopolistas franceses y alemanes reforzaron la soberanía energética y lograron la dependencia de los eslabones débiles e intermedios del imperialismo de la UE.

 

Esta dependencia energética hace especialmente vulnerable a Europa, y por eso todos los conflictos internacionales que guardan relación con las energías fósiles tienen tanto impacto en los países europeos, cuando no son los especuladores internacionales quienes inflan los precios para apropiarse de importantes plusvalías. Es esa, y no otra, la principal razón de la intervención europea en Libia, en un momento en el que el gobierno de Gadafi amenazaba con nacionalizar los pozos petrolíferos. Es esa y no otra la principal razón del apoyo de algunas potencias europeas a la invasión de Irak. Y será esa y no otra la razón del apoyo europeo a la invasión de Irán.

 

Todo ello aderezado por el conflicto interimperialista entre la oligarquía rusa y la Unión Europea. Ésta, junto con los EEUU, trata de doblegar al capital ruso, mientras éste juega su mejor carta: es la puerta de entrada de energía a la UE. Este conflicto lo acaban pagando las clases populares, fundamentalmente de los países del este europeo, con el corte del suministro, el aumento de precios o, directamente, con la barbarie de la guerra. Vimos un ejemplo claro de esto en el conflicto desatado entre Rusia y Georgia (títere de la OTAN) tras la invasión de esta última a Osetia del Sur. Esto dificulta el papel de la UE a la hora de expandirse hacia los países del este y la obliga no intervenir en conflictos en el ámbito de influencia euroasiático de Rusia, lo cual entra en contradicción con la política de acoso y control practicada por los EEUU. Al final es la clase trabajadora y los pueblos que viven bajo el capitalismo la que acaba pagando los platos rotos de las dispuestas entre sus diferentes oligarquías

 

Por todo ello la presencia de España en la Unión Europea representa una contradicción antagónica para con los intereses de la clase obrera y los sectores populares españoles así como para el conjunto de pueblos europeos.

 

 

3.2 Problemáticas concretas en el estado español

 

- Energía (dependencia energética)

 

España es un país que carece de hidrocarburos líquidos y gaseosos, posee posibles pequeñas reservas de petróleo en las Islas Canarias, en las que nuevas extracciones supondrán un grave deterioro del ecosistema canario y un peligro para las numerosas especies endémicas, y carbón, infrautilizado por los intereses de los monopolios energéticos. Aunque sus reservas no serían para un largo plazo, su correcta utilización si que podrían suponer unas mayores cuotas de soberanía energética durante el tiempo que se cambien el modelo energético, al ser el único combustible propio. Debido a ello nuestro sistema energético ha mantenido y mantiene una situación de déficit y dependencia exterior.

 

La energía primaria consumida es principalmente de origen fósil: petróleo (casi la mitad y suministrada principalmente por Irán, Rusia, Arabia Saudí y Libia), gas natural (25%, suministrado principalmente por Argelia, Nigeria, Qatar, Trinidad y Tobago y Egipto); y nuclear y renovables alrededor del 10% cada una.

 

Según datos del AIE 2008 España tiene una dependencia energética en energía primaria del 82%, del 92% (incluyendo uranio). Dependencia por recurso: Carbón importado 82%; Petróleo importado 100%; Gas natural 100%; Uranio 100%.

 

Por otra parte, la energía eléctrica media generada en España ha evolucionado en los últimos años desde un 56% de la energía generada en centrales térmicas de combustibles fósiles (principalmente de carbón y fuel-oil) a un aumento de las energías renovables (que en 2012 cubrieron un 33% de la demanda) y la creación de numerosas centrales de ciclo combinado, que ese mismo año cubrieron el 19% de la demanda. Las centrales térmicas de carbón cubrieron un 15% y la Nuclear un 21%.

 

Siendo un aspecto a resaltar que España es un país exportador energía eléctrica, tanto a Marruecos, como a Andorra o Portugal, e incluso en 2010 a Francia.

 

Dentro de las energías renovables hay que destacar que la producción de energía hidráulica varía con los años (en función de las precipitaciones), y la cobertura de la demanda por parte del resto de renovables está en progresión, aunque en peligro por los sucesivos recortes a la investigación y subvenciones a estos modelos de producción de energía eléctrica por parte de los últimos gobiernos centrales.

 

Es destacable el aumento de la producción de energía eólica en España que mientras cubría en el 2005 el 7,7% de la demanda, ha alcanzado en el 2011 el 16 %. Especial mención a la isla de El Hierro en el archipiélago canario, que en unos años se convertirá en la primera isla eólica del mundo, abasteciéndose con el 100% de energías limpias. Sin embargo, la retirada de subvenciones y financiación a la promoción e investigación sobre las energías renovables hace peligrar la apuesta por el constante crecimiento de la aportación de las renovables para cubrir la demanda eléctrica.

 

Aunque España es un país puntero en el desarrollo tecnológico de las energías renovables (en especial de eólica y solar) y exporta esta tecnología a otros países, numerosos centros de investigación peligran por las pérdidas de financiación por parte de las administraciones. Dejando de esta manera (salvo a la hidráulica y eólica que están más desarrolladas) al resto de energías renovables en una delicada situación, totalmente irresponsable si queremos tener una producción de energía eléctrica más limpia y avanzar en la independencia energética del exterior.

 

Conviene señalar que aun siendo España un lugar geográficamente favorable para la implantación de la producción fotovoltaica, las distintas administraciones nunca han impulsado iniciativas ambiciosas en el camino de promover la producción fotovoltaica distribuida, potenciando únicamente y en contadas ocasiones la construcción de huertos solares que en gran medida benefician a grandes empresas y no contribuyen a democratizar la producción de energía.

 

Hay que tener en cuenta además que los concursos para la gestión de los parques eólicos han permitido que estos se mercantilicen, y que esta energía renovable esté en manos de grandes empresas y de los monopolios energéticos que, por supuesto, no tienen en cuenta ningún tipo de criterio de sostenibilidad o de justicia social.

 

Cabe también explicar la problemática que implica la biomasa ya que aún siendo una energía renovable si se respetan los ciclos de asimilación del carbono por las plantas utilizadas como combustible, tenemos también que recalcar que en el marco económico capitalista donde se persigue la mayor tasa de ganancia produce importantes daños medioambientales. Es decir, aun respetando los ciclos de asimilación del carbono, se eleva la temperatura de acuíferos, se emiten sulfuros bencenos, metales pesados..., todo por ahorrar en el coste de las instalaciones; también se escogen especies que crecen más deprisa para reducir este ciclo natural y así aumentar el beneficio de las centrales productoras de energía, con la consecuente destrucción del medio por la ruptura del equilibrio natural, causando destrucción del suelo, aparición de monocultivos y eliminación de biodiversidad, con las consecuencias que todo ello acarrea. En conclusión la biomasa, aún siendo una energía renovable válida, no es ajena a las contradicciones que causan la especulación capitalista.

 

Por otro lado, las 6 centrales nucleares españolas han visto su participación en la cobertura de la demanda mermada progresivamente debido al crecimiento constante de la demanda energética en las últimas décadas, pasando del 35 % en 1996 a un 21% en el año 2009.

 

Con estos datos y lo expuesto anteriormente, podemos afirmar que el modelo energético en España es totalmente insostenible, tanto por su fuerte dependencia de combustibles fósiles con pocas esperanzas de vida, como por el consumo energético desorbitado.

 

Así mismo el sistema de producción eléctrica del Estado español, que está basado en la producción masiva de energía en grandes plantas de producción, precisa de grandes líneas de transporte lo que implica un alto porcentaje de pérdidas de energía en el transcurso del mismo.

 

Desde el capitalismo se produce para aumentar el beneficio desde una lógica de acumulación insaciable y concentración. Por ello, actualmente, la elección del tipo de energía, importación, exportación e incluso la distribución de la energía no responde a cubrir las necesidades de energía de la sociedad sino a la maximización de beneficios económicos de las empresas. Desde la UJCE debemos apostar por una planificación de las políticas energéticas en su conjunto, para responder a las necesidades que tenga la población.

 

Desde un punto de vista estrictamente energético podemos decir que apostamos en primer lugar por una reducción del consumo de energía, porque sin esta condición no hay cambio posible, y en segundo lugar por el desarrollo y la investigación en energías renovables, frente a los combustibles fósiles y la energía nuclear. Sin embargo tenemos que tener en cuenta que el debate sobre el modelo energético no es meramente técnico, sino que es político: hay que ligar la producción energética a las necesidades sociales y tener siempre presente que el debate energético forma parte de un debate más amplio sobre el modelo capitalista. Consecuentemente, un objetivo primordial será avanzar en mayores cuotas de soberanía en el ámbito energético.

 

Por todo ello desde la UJCE seguiremos apostando por el desarrollo y la investigación en energías renovables para disminuir la producción de CO2, por el impulso de las energías limpias y seguras y por la descentralización de la producción energética. Esto último con el objeto de buscar la autosuficiencia a pequeña escala, reducir las pérdidas por transporte de energía, combatir los monopolios de producción energética. Combinando esta apuesta energética con una profunda apuesta por el ahorro y la eficiencia energética, se podrá reducir de forma progresiva y racional el número de centrales térmicas y nucleares en el Estado español, con vistas a su erradicación.

 

Además, velaremos siempre por que la instalación de infraestructuras generadoras de energías renovables (fotovoltaica distribuida y solar térmica) sea plenamente respetuosa con el entorno y tenga el menor impacto ambiental posible.

 

El consumo energético en el transporte suele suponer más de 1/3 del consumo energético en los países desarrollados. Aunque en España supone aproximadamente el 37% del consumo (AIE 2008), 44% con transporte internacional incluido.

 

Tal como decíamos en los documentos del XI Congreso: el modelo de transporte, tanto de mercancías como de personas es derrochador y contaminante. La competitividad sin límites del mercado internacional y la obsesión frenética por la obtención de inversión extranjera directa, tiene como consecuencia el aumento del gasto energético y la contaminación. Las razones de esto se basan en el hecho de transportar productos desde donde el coste de producción es menor aunque la importación se corresponda con un producto existente en el lugar donde se va a consumir. El aumento del gasto energético y la contaminación provocada se provoca en pos del sostenimiento de unos mercados irracionales construidos sobre innumerables y absurdas contradicciones.

 

La precarización del transporte público, la falta de inversión pública y el elevado precio de compra del servicio, nos obligan prácticamente a depender del coche, entrando en un círculo vicioso donde la falta de uso de transporte público justifica, a ojos de las administraciones los paulatinos recortes presupuestarios en materia de transporte así como la privatización del mismo. Evidentemente esto beneficia a las multinacionales del petróleo que necesitan más transportes por carretera para asegurar sus ingresos. Esto, sumado al aumento del transporte por carretera y al alejamiento de la residencia del centro de trabajo, hace que este modelo sea contaminante, peligroso y caro, y que además le resta a la clase trabajadora cada vez más horas de su tiempo libre, profundizando así en la explotación a la que se ve sometida.

 

En la política de comunicaciones debemos resaltar que con más de 15.620 km, España es el país europeo con más kilómetros en su red de vías de calzadas. Dicha red se divide entre las autopistas y las autovías. Las primeras son en régimen de concesión de peaje o también las hay libres. Las segundas son de uso libre y gratuito, estando mantenidas por el Estado o las Comunidades Autónomas. Gran parte de las autopistas han sido construidas y proyectadas sin ninguna justificación por la poca intensidad de tráfico. Casualmente en muchos casos el trazado de estas vías de comunicación coincide a la perfección con el acceso a grandes resorts que tras el estallido inmobiliario quedaron desiertos, además de que en algunos casos existen carreteras nacionales que coinciden a la perfección con las propias autovías. La construcción y mantenimiento de este tipo de infraestructuras no sólo ha supuesto un despilfarro del dinero público, sino también un impedimento más para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como el constante deterioro del paisaje, de los hábitats naturales de numerosas especies y de numerosas rutas, senderos y caminos rurales, además de contribuir a la parcelación del territorio rompiendo las rutas de tránsito de los animales.

 

Añadido al despilfarro en obra pública hay que señalar la privatización antes mencionada de las mismas a través de la construcción, conservación y explotación por una empresa privada de las autopistas en régimen de concesión de peaje. Todas las empresas que gestionan autopistas de estas características están agrupadas bajo la Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y Vías de Peaje (ASETA). Las principales empresas del sector, constructoras en su mayoría, son: Abertis, Acciona, ACS, Ferrovial, FCC, OHL, Itínere. Lo que en su día se esperaba un gran negocio seguro y rentable, a partir del lucro de un servicio público, ha terminarlo por no serlo, y todas las empresas concesionarias le demandan al gobierno ayudas millonarias para salvar el sector y evitar la bancarrota. Es decir, que gran parte de las autopistas construidas han sido económicamente insostenibles y ecológicamente han causado un gran daño al medio ambiente.

 

- Cuestión del territorio e impacto ambiental de la construcción. Ecología y ciudad

 

Al comenzar el siglo XX, el 14% de la población mundial vivía en ciudades, sin embargo la humanidad ha dejado de ser mayoritariamente rural, pasando aceleradamente a vivir en ciudades, de hecho en la actualidad acogen a más de la mitad de los habitantes del planeta. Proporción mucho mayor en el continente europeo, donde alrededor del 80% de la población vive en ellas, característica que hace de Europa el continente más urbanizado del mundo.

 

El mundo urbano, acompañado por el mundo industrial y potenciado por una interesada política de transportes y comunicaciones, avanza sobre el medio natural transformándolo y estableciendo distancias cada vez mayores entre el ser humano y la naturaleza.

 

La lógica especulativa que ha predominado en el Estado español busca minimizar los costes y maximizar los beneficios; fruto de ella ha surgido una arquitectura ineficiente, de poca calidad y baja durabilidad, y de una pobreza cultural.                                                                  

 

La arquitectura de la ciudad se encuentra contagiada por el espíritu de la obsolescencia que caracteriza los productos de la sociedad capitalista, de modo que los edificios tienden a evolucionar desde objetos de uso a largo plazo a artículos de consumo de corto plazo, factor que contribuye a aumentar drásticamente el derroche de materiales, agua y energía.

 

España por otra parte es el miembro de la UE que ha destruido una mayor proporción de su patrimonio inmobiliario. De hecho su porcentaje de viviendas anteriores a 1940 es menor que el de Alemania que quedó destruida por la II Guerra Mundial. Esto indica que la rehabilitación de viviendas en España es residual, lo que hace aumentar los recursos empleados. Por otra parte, España es también el país de la UE que tiene mayor porcentaje tanto de viviendas secundarias como de viviendas vacías, un dato que demuestra las fragantes injusticias a las que se ve sometida la clase trabajadora, clase que vive con la amenaza del desahucio o de no llegar a fin de mes, mientras la banca y la burguesía especula con lo que debería ser un derecho. 3.417.064 de viviendas vacías calculó a finales de 2011 un estudio de la entidad especializada en administración de fincas y comunidades de propietarios LDC, lo que supone el 13,2% del total, aunque se prevé un dato mayor para el próximo censo oficial. Por provincias, Barcelona (338.645) y Madrid (337.212) son las provincias en las que se encuentra el mayor número de viviendas vacías, seguidas por València, con 228.870, Alacant, con 192.184, y Sevilla, con 124.573, completan el 'Top Five' de provincias con mayor número de inmuebles vacíos.

 

Llegados a este punto podemos dividir el problema urbanístico en dos vertientes:

 

- Turismo:

 

La demanda turística ha presionado y conseguido edificar sobre amplias zonas del litoral, territorios insulares e incluso del interior, gracias a una legislación permisiva por parte de los gobiernos burgueses, como la ley 6/1998 a través de la cual se declaró urbanizable la totalidad del territorio nacional, incluyendo costas, parques naturales y zonas ecológicas protegidas. Primero lo hizo en forma de construcciones hoteleras, seguidamente en forma de apartamentos y zonas residenciales (ocupadas ocasionalmente como viviendas secundarias o por jubilados) y por último con la aparición de multitud de “resorts” con residencias de interior y campos de golf.

 

El modelo de desarrollo turístico en España ha demostrado ser insostenible, puesto que su aplicación ha desatado la especulación, el fraude fiscal, la masificación y el deterioro del litoral y de numerosos territorios del estado español. En zonas del litoral además este boom de la construcción se desarrolla de forma paralela a la costa y no de forma perpendicular que sería la forma menos agresiva del desarrollo urbanístico en zona costera. Es importante destacar la continua infracción de las leyes sobre la protección de las costas litorales. Esta prevaricación de las costas, construyendo en primera línea de playa, supone una degradación ambiental, la disminución de la calidad de las masas de agua puesto que se contaminan en mayor cantidad afectando así a los ecosistemas marinos. Supone además, una pérdida de los paisajes costeros.

 

Cabe destacar los casos del sur y levante (País Valencià, Región de Murcia y Andalucía), donde en los últimos diez años han sido pocas las poblaciones del litoral que no hayan sufrido la depredación del ladrillo y sus especuladores. Ante estos fenómenos han habido multitud de respuestas de movimientos sociales y ecologistas que advertían de lo insostenible del modelo, y de la irreversibilidad del daño provocado a los ecosistemas

 

- Evolución de las ciudades:

 

En estos últimos años ha habido un espectacular crecimiento de población y sobretodo de extensión en las grandes y medianas ciudades. Éstas han acogido a multitud de migrantes tanto del propio territorio como hasta de diferentes países, que debido sobre todo a la falta de perspectivas han tenido que abandonar sus poblaciones originales.

 

La construcción de las ciudades en el capitalismo destacan por su perversa planificación y división: largas extensiones que promueven el uso del automóvil privado y la construcción de carreteras amenaza de privatización y aumento de tarifas en el transporte público urbano, clara división de barrios obreros y acomodados, división espacial en zonas monofuncionales (polígonos industriales, centros comerciales,...). Además, estas ciudades conllevan grandes problemas de contaminación atmosférica, acústica, lumínica,..., teniendo puntos de concentración donde la contaminación afecta gravemente a la salud de las personas.

 

Esta distribución de las ciudades aleja a las clases trabajadoras de sus centros de trabajo y de unos centros de ocio que se concentran a las afueras de éstas, fomentando aún más las necesidades de transporte y su consecuente gasto energético y emisiones.

 

La desaparición de los lazos orgánicos entre los habitantes y el hábitat es cada vez más clara en una ciudad industrial. Los criterios climáticos, estéticos y ecológicos, que jugaron en un un papel en el desarrollo de algunas ciudades, han sido sustituidos por ideología capitalista de producción-consumismo. Todo este fenómeno trae consecuencias nefastas para el medio y el ser humano. El hacinamiento, la pérdida de calidad de vida urbana, el deterioro de la cotidianidad, el desequilibrio territorial, debilitamiento de las culturas y entornos rurales y fortalecimiento de los sistemas productivos industriales, la necesidad de “huida” hacia contextos externos de las ciudades (éxodo del fin de semana y vacacional), el deterioro y agotamiento de los recursos naturales y la pérdida de eficiencia y problemas de movilidad. No debemos olvidarnos del fenómeno del “síndrome del edificio enfermo”, que se conoce como toda alteración de la salud consecuencia de la interacción entre las condiciones ambientales generadas en el interior de los edificios, debido a su “mala calidad”, y las personas u organismos vivos que se encuentran sometidos a ellas.

 

Además, estas ciudades conllevan grandes problemas de contaminación atmosférica, acústica, lumínica,..., teniendo puntos de concentración donde la contaminación afecta gravemente a la salud de las personas. Por otro lado, este modelo de crecimiento supone también, de manera indirecta, un riesgo para el entorno, ya que descuida por completo el equilibrio natural y no duda en destruir ambientes vitales para la vida natural de los seres con que compartimos el planeta. Por cercanía cabe destacar la situación de los parques naturales de Doñana y Las Tablas de Daimiel, que han contemplado como sus reservas de agua (parada obligada para las aves que migran hacia África en invierno y vuelven a nuestras tierras en verano) no han hecho más que disminuir al ser trasladadas (en muchas ocasiones de manera ilícita o alegal) hacia fincas, campos de golf o núcleos de población cercanos, sobreexplotándose los acuíferos que componen estas zonas. Así, para ilustrar esta situación podemos mencionar los datos de superficie inundadas en las Tablas de Daimiel, con unas escasas 35 ha (2006), 26 ha (2007) y 15 ha (2009) sobre las 1750 ha inundables.

 

Finalmente, el modelo de ciudad actual dentro de la lógica capitalista constituye una de las causas del aumento de los gases causantes del efecto invernadero (CO2, metano, óxido nitroso, CFC y HCFC), que a su vez están provocando un calentamiento global del planeta.

 

- Desertificación en el Estado español

 

Entendemos por desertificación los procesos de degradación de suelos provocados directa o indirectamente por la acción humana (no confundir con “desertización”, que define el proceso natural de formación del desierto).

 

El proceso de desertificación se observa en muchos lugares del mundo y es una amenaza seria para el medio ambiente y para el rendimiento agrícola en algunas zonas. España, junto con Grecia y ciertas zonas del sur de Italia presenta los mayores índices de desertificación de la Unión Europea.

 

Según datos del Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación (PAND) el 37,05% del territorio español está en riesgo muy alto, alto o medio de desertificación. En total, el 74,05% de la superficies española son zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, lo que suma 37.476.605 hectáreas.

 

Los principales problemas de desertificación en el Estado español se deben a la pérdida irreversible del suelo fértil por urbanización y por construcción de infraestructuras de transporte (en los últimos 15 años la superficie urbanizada se ha incrementado en un 30% ), la intensificación de la actividad agrícola, la crisis en la agricultura tradicional, con el consiguiente abandono de tierras y deterioro del suelo y de las estructuras de conservación del agua , la explotación insostenible de los recursos hídricos, que es causa de graves daños ambientales, incluidos la contaminación química, la salinización y el agotamiento de los acuíferos, y la concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío.

 

La combinación de factores y procesos como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, la sobreexplotación de acuíferos, etc., da origen a los distintos paisajes o escenarios en los que se desarrolla la desertificación en España.

 

La deforestación en España ha sido un proceso continuo desde varios siglos atrás, y continúa avanzando por motivos principalmente económicos y especulativos. Este fenómeno repercute notablemente en el equilibrio ecológico y la desertificación, por la importancia que tienen las superficies forestales en la regulación hídrica, la renovación del aire y su contribución a la fertilidad del suelo.

 

El sureste peninsular es el área más afectada junto con algunas islas del archipiélago canario. Es en el Levante donde se producen cultivos leñosos como el olivo, frutales y de vid que presentan una mayor problemática de erosión hídrica laminar y en regueros, que se ve afectada también por el excesivo laboreo realizado con la potente maquinaria agrícola siendo las labores más agresivas las consistentes en el volteo del terreno, que degrada la estructura del suelo y fomenta la erosión, sobre todo si se produce en época estival.

 

Aunque el sobrepastoreo ha constituido en el país una de las causas históricas de degradación de las cubiertas vegetales, en las últimas décadas disminuyó considerablemente debido a la reducción de la cabaña ganadera y al desarrollo de la ganadería intensiva. No obstante existen situaciones residuales a nivel local en las que todavía se practica un pastoreo excesivo sobre todo en el caso del ganado ovino y caprino.

 

Una práctica extendida en la agricultura actual y responsable de la degradación del suelo, es el uso y abuso de los fertilizantes y plaguicidas. El consumo de fertilizantes minerales en el Estado español se ha incrementado en más del doble en los últimos 40 años. Este aumento en toneladas suponía un consumo de casi 2.300.000 toneladas a finales de los noventa. Además de la contaminación de las aguas subterráneas, el uso de productos químicos ha provocado modificaciones físicas, químicas y biológicas en el suelo que ha supuesto una reducción en la capacidad productiva. Así mismo, la acumulación continuada en el terreno durante largos periodos de tiempo de productos fitosanitarios y otros productos químicos utilizados en la producción intensiva y extensiva, genera toxicidades crónicas sobre la población expuesta, que va desde el jornalero que aplica el producto, hasta el último consumidor de la cadena.

 

- Cambio climático

 

El cambio climático, debido al aumento del efecto invernadero, es un calentamiento global que afecta a todo el planeta, pero que tiene diferentes consecuencias para cada territorio.

 

En el caso del Estado español, el denominado “cambio climático” es ya un hecho, encontrándose la evidencia del aumento de la temperatura en la España peninsular de 1,53ºC entre 1971 y el año 2000. La previsión de cara al futuro es el aumento de al menos 0,2ºC por década, llegando en 2050 a los 2ºC de aumento de la temperatura global, con las consiguientes alteraciones en los ecosistemas y con ello en la vida del ser humano.

 

Las principales afectaciones que tendrá el calentamiento global son las siguientes:

 

o    Alteración del crecimiento y productividad de los ecosistemas forestales.

o    Avance de la desertificación de los ecosistemas forestales.

o    Aumento de la peligrosidad (y frecuencia) de los incendios forestales por la mayor temperatura y sequedad del aire y de la tierra.

o    Aumento de la vulnerabilidad de las especies animales debido a la alteración de la productividad de los ecosistemas forestales.

o    El aumento de temperatura conllevará inevitablemente un corrimiento altitudinal de las zonas de vegetación que puede conllevar tanto la destrucción de endemismos de la zona sin vegetación más alta, como la conversión a estepa de algunas zonas bajas actualmente forestadas.

o    Reducción de recursos hídricos por aumento de la evapotranspiración y disminución de las precipitaciones. Asimismo habrá una intensificación de fenómenos extremos como inundaciones y sequías.

o    Peligro de inundación de las zonas costeras, especialmente en la costa mediterránea.

o    La biodiversidad se verá muy afectada y estará sometida a variaciones en sus condiciones de tal magnitud, que muchas especies pueden verse en riesgo de extinción, al no poder desplazarse hacia zonas favorables para su desarrollo conforme el clima vaya cambiando.

o    Reducción significativa del volumen de los cauces, lo cual se materializará en la imposibilidad en muchos casos de cubrir los cauces ecológicos, con las consecuencias medioambientales y de reducción de la biodiversidad que eso supone

 

El cambio climático dará lugar a un abanico de efectos directos e indirectos que se verán acentuados por su interacción con otros motores del cambio global (alteraciones en uso del suelo, contaminación, intercambio biótico). La “mediterraneización” del norte peninsular y la “aridización” del sur son algunas de las tendencias más significativas.

 

La solución al grave problema que supone para la humanidad el calentamiento global solo puede venir de soluciones integrales dadas por una economía planificada, que produzca en función de las necesidades sociales, pero teniendo en consideración las consecuencias del proceso productivo, así como la actuación sobre sectores que producen gran cantidad de GEI (Gases de Efecto Invernadero) como es el transporte.

 

- Extinción de especies

 

Estudios recientes muestran que, del total de especies estudiadas, se encuentran en peligro directo de extinción los porcentajes siguientes: un 11% de las aves, un 25% de los mamíferos, un 20% de los reptiles, un 25% de los anfibios y un 34% de los peces. La extinción de especies a nivel mundial también se ve reflejada en el territorio del Estado español. El 37% de los vertebrados está en peligro de extinción y el 7% casi por desaparecer. Las especies más emblemáticas en peligro son: el lince ibérico, el oso pardo, el quebrantahuesos, el águila imperial ibérica, el urogallo y el lagarto gigante de las Islas Canarias. Recientemente ya se han extinguido el bucardo, la cabra montesa portuguesa, el ostrero unicolor canario y la foca monje (especie que sobrevive fuera de la geografía española). Situaciones como el cambio climático suponen una seria amenaza para la supervivencia de un gran número de especies en el futuro.

 

Mención especial merece la región mediterránea, uno de los 34 focos críticos de biodiversidad del planeta, que posee alrededor de 25,000 especies de plantas, 60% de las cuales no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. En el Mediterráneo, las presiones de la urbanización, el turismo masivo y la agricultura intensiva han empujado a un creciente número de especies autóctonas hacia la extinción. Por tanto, la UJCE se posiciona en contra de esta práctica y de sus desastrosas consecuencias para el medio ambiente y la biodiversidad.

 

 

4. Historia y evolución del movimiento ecologista.

 

El movimiento ecologista surgió de la percepción que se fue teniendo de la crisis ecológica en capas cada vez más amplias de la intelectualidad, del mundo de la ciencia y de los ciudadanos en general.

 

En algunos países, hoy en día, se ha convertido en una fuerza social y política de primer orden y podemos encontrar proclamas y reivindicaciones de tipo ecologistas por todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Pero ahora nos preguntamos, ¿De dónde sale este movimiento?

 

La preocupación por el entorno medioambiental no es nueva; hace ya algunos siglos se empezó a gestar poco a poco una conciencia de respeto y cuidado del medio ambiente. Podemos encontrar como orígenes de esta preocupación en la Inglaterra del siglo XVII, cuando en 1661, el escritor y jardinero John Evelyn publica una obra llamada “Fumifugium” en la cual propone la plantación de árboles cerca de las ciudades para refrescar el aire. Posteriormente, siglo XIX, las peticiones de mejora y conservación del medio ambiente se van extendiendo y generalizando y se convierten ya en una tónica habitual de reclamaciones las cuales no eran gratuitas por parte del movimiento obrero y es que no podemos olvidar que en el siglo XIX los barrios obreros se localizaban a las afueras de la ciudad junto a las fabricas industriales sin ningún tipo de higiene ni condiciones mínimas de salud.

 

Muchas de las luchas protagonizadas por los campesinos contra la mercantilización y posterior destrucción de los recursos naturales tienen un origen remoto que evolucionarán durante el siglo XIX y XX llegando a lo que se ha venido a llamar "ecologismo de los pobres". En España es posible rastrear la protesta ecologista en el mismo seno del movimiento obrero como con la lucha de los mineros de Río Tinto. Acciones como ésta han permitido hablar incluso de un "ambientalismo obrero". No obstante, antecedentes del actual movimiento ecologista se encuentran también en los movimientos burgueses contra la destrucción del medio que surgieron en EEUU y Europa a finales del siglo XIX.

 

Así pues, ya a finales de siglo empiezan a surgir numerosas organizaciones y plataformas, especialmente en Inglaterra al ser el lugar más industrializado “Sociedad Zoológica de Londres” (1830). Sin embargo, no es solo Gran Bretaña el único, otros como es el caso de Francia que funda la “Sociedad francesa para la protección de la naturaleza” (1854).

 

La situación de contaminación, se agrava aún más a causa de la primera y la segunda guerra mundial. Además, las nuevas necesidades de reconstrucción económica fomentará la construcción de nuevas industrias; como consecuencia de ello se empiezan a asentar las primeras bases de lo que va a ser el desarrollo del ecologismo. Dos van a ser los acontecimientos que fomenten la aparición del ecologismo: Club de Roma en 1970 y las resoluciones de la I Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente Humano y la Conferencia Internacional de la Biosfera en París, en 1968. Tras estos precedentes históricos, se pone en marcha todo un proceso de conciencia del ecologismo y surgen numerosas plataformas, organizaciones,...

Cabe destacar como fechas claves para la historia del movimiento ecologista las primeras manifestaciones en protesta de la construcción de las centrales nucleares, en el contexto de la crisis del petróleo; campañas de sensibilización en los años 70 tras los accidentes de Chernóbil y Bopal; la Cumbre de la Tierra en 1992 en Río de Janeiro; 1998 en Kioto, la Conferencia sobre el cambio climático con resultados desalentadores;...

 

Desde el inicio del auge del movimiento, pero sobretodo al consolidarse éste, podemos dividir claramente en dos grupos, en dos tendencias, el movimiento ecologista: una reformista, que sólo aspira a cambiar el sistema capitalista para darle un “rostro verde”, y otra anticapitalista, que sí que cuestiona el sistema capitalista y aspira a transformarlo, con mayor o menor acierto en sus programas políticos.

 

La tendencia reformista, que podríamos dividir a su vez entre conservacionistas e institucionalistas, jamás ha puesto en duda al propio sistema capitalista, y con una retórica más o menos crítica con el presente, su máxima aspiración ha sido al “capitalismo verde”. Por lo general, ha negado cualquier relevancia a la lucha de clases, y más bien ha contribuido con sus teorías a confundir a ciertos segmentos de la clase obrera, si bien es cierto que su principal apoyo se encuentra entre los diferentes segmentos de la clase burguesa (desde la pequeña burguesía más radical hasta la alta burguesía), que ha contribuido apoyando al movimiento ecologista interclasista, cuando no defensor de los intereses de la burguesía.

 

Los conservacionistas establecen que puede haber una situación de convivencia y respeto entre el ecologismo y el sistema económico actual sin existir un necesario conflicto entre ambos. Estos “capitalistas verdes”, establecen que esos recursos naturales tienen un precio, y se establece un sistema de multas y penalizaciones a las empresas que incumplan con los planes de respeto e integración respetuosa con el medio ambiente. Además establecen la necesidad de crear grandes reservas medioambientales. Se crearían así las llamadas “islas verdes” en un entorno hostil de capitalismo donde se preserva la biodiversidad. Un ejemplo de agrupación conservacionista sería la organización National Geographic Society, fundada en 1888 en Estados Unidos

 

Los institucionales; la irrupción a mediados de los años 60 y 70 de diversos movimientos sociales, entre ellos el ecologismo y la segunda ola del feminismo, provoca que se introduzcan nuevos temas en la agenda política. Entre estas agrupaciones que surgen desde el punto de vista reformista o institucional están las ONGS ecologistas y los llamados partidos políticos verdes. Entre estas agrupaciones ecologistas contamos actualmente internacionalmente con tres grandes grupos de dudosa procedencia y financiación: Greenpeace, WWF-ADENA y Seo/Birdlife.

 

Es este segundo grupo el más importante desde el punto de vista de la “izquierda”, pues gran parte del apoyo al mismo ha venido de sectores que habitualmente se habían venido situando o autoidentificándose con el espectro de la “izquierda”. Con la derrota para la clase obrera que supuso el que el capitalismo acabara con la URSS y la introducción de ideologías interclasistas o reformistas en el seno de las organizaciones de la clase obrera (como el eurocomunismo), así como la debilidad y desunión ideológica en el movimiento comunista internacional, se abonó el campo para que algunos sectores, por lo general pequeño burgueses o de la aristocracia obrera, que antaño formaban parte de las organizaciones de la clase, aprovecharan la desunión, fragmentación y debilidad ideológica para desligarse de la misma creando los partidos de la “nueva izquierda” y “ecologistas”. Por eso, muchas de las personas más representativas e importantes del movimiento ecologista vienen precisamente de los Partidos Comunistas o de los sindicatos de clase.

 

Estos nuevos partidos, que en su mayoría afirman haber “superado la división izquierda-derecha”, han acabado convirtiéndose en una pata más del sostenimiento del sistema, con el mayor y mejor ejemplo en Alemania con el gobierno entre el SPD (Partido Socialdemócrata) y el Partido de Los Verdes, y cuando han formado parte de dichos gobiernos, lejos de aplicar una política realmente ecologista, han llegado a sufrir contradicciones enormes entre su programa electoral y sus políticas posteriores, llegando al extremo de que fuera precisamente Joschka Fischer, líder ecologista y Ministro de Relaciones Internacionales de Alemania, quien aprobará la participación de dicho país en la guerra de Kosovo y los bombardeos de la OTAN que causaran la muerte a multitud de civiles.

 

Los anticapitalistas, entre los que ha predominado de forma hegemónica el sector “radical”. En este grupo ecologista están encuadrados plataformas organizativas del ecologismo radical concretas como A.L.F. o E.F.! o iniciativas y corrientes del ecologismo radical como el ecologismo social, y anarquista. Esta relación con el anarquismo y tendencias radicales ha hecho de este grupo el que hayan predominado en su seno, por lo general, los intereses de la pequeña burguesía intelectual y sectores de la aristocracia obrera desclasada, que no han ligado sus luchas con el movimiento obrero y la clase trabajadora, cuando no han confrontado abiertamente, dado que fundamentalmente han desligado el conflicto ecológico del conflicto de clase.

 

En el Estado español existe una organización que podemos encuadrar dentro de este grupo anticapitalista que no se le puede situar en ninguno de esos tres grupos. Es Ecologistas en Acción, una confederación de más de 300 grupos ecologistas de todo el Estado formada en 1998, de carácter anticapitalista.

 

Se dedica a nivel militante, a la defensa de los espacios naturales, y contra los medios económico-sociales que propician la progresiva degradación medioambiental crítica del sistema económico capitalista, al considerarle en muchas ocasiones culpable de la situación de progresiva degradación medioambiental a que se somete el planeta.

 

 

5. La alternativa socialista a la barbarie capitalista.

 

Nuestra alternativa a la barbarie capitalista debe basarse en los siguientes postulados generales:

 

Contra la propiedad privada capitalista de los medios de producción y su concentración en muy pocas manos, contra la dictadura de la burguesía, contraponemos el socialismo, la dictadura del proletariado, en la cual la propiedad de los medios de producción pertenece a la clase obrera y a los sectores populares, es decir, son socializados. La propiedad socialista de los medios de producción permite organizar la planificación de la economía en función de las necesidades sociales según las necesidades ecológicas. Con los sectores estratégicos de la economía nacionalizados (banca, transporte, comunicaciones, energía, industria, terrenos y recursos naturales, servicios básicos, etc.) la producción se puede llevar a cabo mediante planes de producción (a distintos niveles) que cumplan con unos objetivos (establecidos en base a un orden de prioridades) en un determinado tiempo y espacio realistas y establecidos democráticamente. Además del corto, será necesario tener en cuenta el largo plazo en general para grandes objetivos económicos y sociales, así como para preservar la naturaleza para las generaciones actuales y futuras, y desde una perspectiva internacionalista.

 

Ante la anarquía en la producción característica del capitalismo, nuestra propuesta se debe basar en la rigurosa planificación económica a nivel social. En este sentido, se deben tener en cuenta unos criterios de eficiencia económica y energética para evitar derroches sin caer en la obsolescencia, es necesario contabilizar los efectos ecológicos de la producción, planificar la ubicación de las industrias en lugares donde el daño ambiental pueda ser menos perjudicial, fomentar la mejora del transporte, romper con el acelerado crecimiento urbano, etc. así como decrecer desde un punto de vista del consumo ya que necesitaríamos 5 planetas para abastecernos si todos siguiéramos las pautas de consumo del primer mundo.

 

Hay que dejar claro que aunque la planificación socialista abre la posibilidad real de organizar la producción de una manera sostenible, por sí misma no solventará los problemas ambientales, sino que se deberá tener muy en cuenta la variable ecológica, contabilizando los daños y tratando de repararlos o evitarlos.

 

Ante la irresponsabilidad, el liberalismo y la concepción metafísica con la que trata la burguesía los problemas ecológicos generados por el sistema capitalista, nosotras/os proponemos un enfoque integrado, materialista y dialéctico. Aquellos efectos (negativos o positivos) de la producción que en la economía burguesa se toman como “externalidades o economías externas” no pueden tomarse como tales, sino que deben ser una parte fundamental completamente internalizada a tener en cuenta en el desarrollo de la política económica socialista, como parte de un todo, desde el punto de vista de la unidad indisoluble del entorno natural y la vida humana. Concretamente, la contaminación es tomada como una externalidad negativa. Nosotros la tomamos como un importante coste social y económico, que desde el socialismo deberemos hacer todo lo posible para reducirla o evitarla.

 

El Estado socialista tiene como hacer realidad los intereses y la voluntad de la clase obrera en alianza con las capas populares. En este sentido, no sólo la organización de la producción y de la sociedad debe estar en nuestras manos, sino también la gestión de los recursos, la gestión de los desperdicios y residuos, la educación, la legislación tanto en materia ambiental como en el resto (laboral, penal, etc.), etc. Con el propósito de impedir un deterioro ecológico que ponga en peligro la calidad de vida o incluso la supervivencia de nuestra especie, se deben tener comportamientos responsables y ejemplares tanto a nivel estatal como internacional. En este sentido, ante los intereses de los grandes monopolios oponemos los intereses de la mayoría de la sociedad.

 

Desde el internacionalismo proletario las y los comunistas debemos denunciar y combatir en todos los campos los crímenes y daños del capitalismo y del imperialismo contra la clase obrera a nivel internacional, contra los pueblos del mundo y contra la naturaleza.

 

El criterio ecológico en la planificación socialista

 

El socialismo es actualmente la única vía para superar el capitalismo y sus antagonismos con la preservación de la naturaleza. Sin embargo, el socialismo no soluciona los problemas per se, sino que es necesaria además una importante concienciación y voluntad política para llevar a cabo la planificación teniendo en cuenta sus efectos en la naturaleza. Para ello, es necesario incidir en determinados aspectos más concretos:

 

-          Bienestar de la especie humana colectivamente: La planificación socialista debe buscar siempre el bienestar humano, el bienestar colectivo por encima del individual, la perpetuación de la especie a lo largo del tiempo y mejorar continuamente la calidad de vida de la población y el conocimiento de la realidad. Para ello es fundamental que se considere como algo prioritario la preservación de la naturaleza. El ser humano en el socialismo debe ser capaz no sólo de dominar la naturaleza, sino también de cuidarla, garantizando un futuro también para las posteriores generaciones. Buscar un bienestar compatible con el respeto del medioambiente quiere decir modificar radicalmente nuestra concepción de bienestar, mayoritariamente basada en unos criterios completamente antiecológicos e individualistas.

 

-          Gestión de los recursos naturales y energéticos: La tierra, los recursos naturales y la energía no pueden ser propiedades privadas. La economía socialista debe tener muy claro que la satisfacción de las necesidades humanas debe estar acompasada a los ciclos de renovación de los recursos naturales evitar el agotamiento de los mismos. Es por este motivo, que teniendo en cuenta que en cada salto de la cadena atrófica se pierde el 90% de la energía contenida, se hace necesario que la alimentación del ser humano esté basada en el equilibrio entre distintos alimentos, a fin de que el derecho universal a la alimentación, sea compatible con el mantenimiento de los recursos. La gestión de los recursos naturales ha de atender a criterios de sostenibilidad social y ambiental desde una perspectiva de clase, superando criterios regionalistas trasnochados.

 

Además un sistema socialista debe luchar contra el imperialismo garantizando un uso racional del transporte y el reparto de los recursos entre todos los habitantes del planeta

 

-          Disminución y control de la contaminación, desperdicios y residuos: La planificación tiene que llevarse a cabo no sólo contabilizando las diversas consecuencias negativas provocadas por los efectos nocivos de la producción para la naturaleza, sino que tiene que incluir medidas para reducir esos efectos en la medida de lo posible. Es evidente que la Tierra tiene unos límites de asimilación de residuos y desperdicios. Partiendo de esto la planificación económica deberá llevarse a cabo basándose en los subsiguientes puntos:

 

o    La ruptura total con el modelo capitalista y su dinámica de consumismo-despilfarro.

o    Partiendo del planteamiento de internalizar la contaminación como un daño social y económico y no como una externalidad.

o    Fomentando la investigación científica y los avances tecnológicos con el fin de mejorar el conocimiento y poder emplear tecnologías más limpias y eficientes.

o    Fomentando la educación ambiental a lo largo de toda la vida. La población debe ser consciente de su relación con la naturaleza y de los efectos de sus acciones sobre ella.

o    La limpieza de las ciudades y de los pueblos deberá ser una tarea donde se implique toda la sociedad, de forma que todos se impliquen también en no ensuciar.

o    La reutilización y/o reciclaje los desperdicios derivados tanto de la producción como del consumo debe ser una prioridad.

 

-Planificación del territorio: El ser humano al desarrollar sus actividades modifica el territorio. Es necesario ordenar el uso del suelo con criterios de sostenibilidad social, económica y         ambiental, para ello la gestión del suelo debe ser pública de forma que prime el interés colectivo sobre el privado. Se debe planificar de forma participativa. Descentralizando la producción, servicios y equipamientos distribuyéndolos tanto en el campo como en la      ciudad y teniendo en cuenta la relación entre las diferentes funciones, solapando incluso las que no sean incompatibles, se evitarán desplazamientos y por tanto pérdidas de energía y tiempo. Se debe optar por un urbanismo compacto para ocupar menos suelo, reducir los sistemas de suministro, recogida y trasporte y garantizar una densidad de población suficiente para permitir la ubicación de servicios y equipamientos próximos a las viviendas y la interacción social. No se debe olvidar la necesidad de zonas verdes cerca de las viviendas e incluso la posibilidad de huertos urbanos. También se debe fomentar la arquitectura pasiva bioclimática y la rehabilitación con mejoras energéticas.

 

 

-          Planificación industrial: La industria es una pieza fundamental en el abastecimiento de medios de producción para la economía y de medios de consumo para la población. La industria en general tiene que estar coordinada en su conjunto en función de las necesidades sociales y subdivida su organización según las ramas y el ámbito geográfico. Las fábricas deben ser ubicadas teniendo en cuenta criterios de optimización de la producción criterios de planificación y cohesión territorial, del transporte de los productos y de los efectos ecológicos. Los costes ecológicos deben ser tenidos en cuenta tanto como el resto (transporte, combustibles, etc.)

 

-          Política agropecuaria: La agricultura y ganadería debe basarse en satisfacer las necesidades de la población y no de los mercados, potenciando una agricultura y una ganadería más integrada en el medio, utilizando especies y variedades autóctonas adaptadas a las condiciones climáticas, plagas y enfermedades de la zona, acercándonos a la cultura agrícola tradicional reduciendo así el uso de fitosanitarios y antibióticos, y por tanto el impacto ambiental de la actividad agropecuaria. Así mismo se evitará la contaminación y el gasto innecesario de una importación irracional incentivando y educando a la población en hábitos de consumo de productos locales y de temporada, y para garantizar que las productoras y los productores obtengan una remuneración justa por su trabajo se reducirán los intermediarios potenciando la venta directa.

 

-          Política pesquera: La pesca debe controlarse evitando el agotamiento de las reservas y en numerosas ocasiones, la extinción de las especies. Es necesario perseguir la pesca ilegal en aguas territoriales de los diversos países, especialmente de aquellos de la periferia, así como la pesca descontrolada en aguas internacionales. La prohibición de la pesca de arrastre y la pesca de peces cuyo tamaño sea menor al necesario para garantizar la regeneración de las reservas promoviendo leyes que adecúen la producción pesquera a las características y necesidades sociales y ecológicas de cada territorio.

 

También hay que tener en cuenta, que por medio de la pesca, los países del centro como el Estado español firman contratos por los cuales explotan los caladeros de países periféricos, aumentando así las desigualdades entres los piases periféricos y los centrales. En este ámbito debe tenerse en cuenta que una gran cantidad del pescado no es destinado directamente al consumo humano, sino a la fabricación de piensos para el ganado

 

-          Transporte:

 

                Transporte: La política general de transporte civil debe basarse en criterios sociales y ecológicos.

 

o    La política en cuanto a transporte de producción debe atenerse a los mismos criterios, es por eso que los centros productivos deben de estar ubicados estratégicamente teniendo en cuenta los centros de producción de la materia prima utilizada y los puntos de consumo de la producción final.

o    Es necesario primar el transporte no motorizado (andar y bicicleta) junto al transporte colectivo, con el fin de desterrar el uso del coche (insostenible energética y ecológicamente).

o    Así mismo deberá fomentarse que el     trabajador sea residente en zonas cercanas a los centros de producción.

o    Fomentar y mejorar el transporte público por ferrocarril social que realmente una las zonas pobladas por las que discurre es algo necesario, siempre primando criterios sociales y ecológicos antes que económicos. En contraposición tenemos ejemplos como el TAV que unen ciudades y aíslan produciendo sin embargo un gran impacto ambiental.

 

-          Ocio, cultura y deporte: El ocio y la cultura tienen que ir encaminados a desarrollar una conciencia crítica y solidaria a todos los niveles y consciente de que las pautas de consumo individualistas e irresponsables que fomenta el capitalismo pueden provocar daños ecológicos graves. El deporte debe potenciarse, pero también se debe tener en cuenta los efectos medioambientales que pueden tener determinados deportes e instalaciones deportivas.

 

o    Utilizar criterios ecológicos a la hora de construir instalaciones deportivas o de ocio. Debe fomentarse el ocio en los barrios y pueblos de forma abierta a la participación y evitando los grandes centros comerciales orientados al consumismo.

o    La propia industria del ocio debe fomentar el respeto al medio ambiente y crear medios de consumo que no lo deterioren.

o    Se deben restringir aquellos deportes cuyas instalaciones y práctica requieran gasto de agua y energía excesivo para el territorio en el que se encuentran y/o deterioren el medio natural en el que se desarrollan como, en ocasiones, el golf, el esquí, la F1 y otros.

o    Se fomentará el conocimiento sobre medio ambiente y ecologismo.

 

En el modelo socialista por el que apostamos, el Estado no es el único sujeto que actúa en base a criterios ecológicos, sino que cada persona en su vida personal es también coherente con esos criterios. Para ello la educación, la cultura y el modelo de ocio juegan un papel clave para difundir y reproducir a lo largo del tiempo este modelo sostenible.

 

Sólo desde la planificación económica socialista se puede organizar la producción en función de las necesidades de la mayoría de la sociedad, garantizando una vida digna, de una manera ecológica, de una forma sostenible con la naturaleza, con el propio hábitat de la especie humana fundamental para su existencia. Pero también hay que tener en cuenta siempre unos criterios ecológicos en todas las esferas de la economía y de la ciencia, de la organización social y de los flujos demográficos, de la educación y de la cultura, del trabajo y del ocio.

 

 

6. Estrategia política y líneas de intervención.

 

Como hemos analizado anteriormente el capitalismo es absolutamente incompatible con la naturaleza, así que nuestro objetivo será avanzar hacia un modelo socialista y sustentable. La sustentabilidad es poder satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades. Debe ser un modelo que además de adecuarse y respetar los recursos naturales, garantice el sustento a sus poblaciones.

 

En el camino hacia la sustentabilidad ecológica: (1) El objetivo, a largo plazo, es una sociedad que funcione exclusivamente con recursos (energéticos y materiales) renovables y en la que ningún contaminante se produzca a un ritmo superior al de su reciclaje, neutralización o absorción por el medio ambiente. (2) Durante la transición a ese modelo 100% renovable, teniendo en cuenta que estamos actualmente la situación opuesta, deberán usarse recursos no renovables. Ahora bien, es fundamental que la velocidad de consumo de éstos no sea superior a la velocidad con la que pueden ser sustituidos por recursos renovables. (3) Los residuos producidos deben ser debidamente contabilizados, teniendo en cuenta en la ecuación global los recursos necesarios para su reciclado, eliminación o neutralización.

 

No es cuestión de tomar como referencia el modelo capitalista y humanizarlo, sino de construir un modelo nuevo, una nueva forma de relacionarnos con la naturaleza, entre los seres humanos y entre los países. A nivel más concreto esto se materializa en una reducción en el consumo, en la extracción de materiales y en la generación de residuos. Y en un crecimiento y desarrollo de la calidad de vida, de las relaciones y de la comunidad, siendo capaces de generar una mayor justicia social.

 

 

6.1. Estrategia política

 

Teniendo en cuenta que las problemáticas son complejas y muy interrelacionadas, incluiremos para cada línea de actuación dos marcadores: temporal (Corto-Medio-Largo plazo) y espacial (Municipal-Autonómico-Estatal).

 

Los problemas a los que nos enfrentamos son el cambio climático, el agotamiento de los recursos y la acumulación de residuos. Dentro del problema del cambio climático, para evitar los efectos catastróficos de un calentamiento global que supere los 2ºC, hemos de tener claro que es fundamental ponerse como objetivo imperativo la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, con respecto a los niveles del año 1990, en un 50% para el 2030 y en un 80% para el 2050. Para ello, nuestros objetivos deben ser:

 

-Cambio del modelo energético

 

Actualmente nuestra energía primaria proviene (aproximadamente) en un 80% de combustibles fósiles, en un 10% de fisión nuclear y en un 10% de fuentes renovables: es un modelo totalmente insostenible desde el punto de vista ecológico, ya que España prácticamente no tiene yacimientos de carbón, petróleo, gas natural o uranio.

 

Considerando la energía como un bien escaso y estratégico, además de un derecho del conjunto de la población, es inadmisible que la gestión de esta esté en manos de empresas privadas. Por tanto debemos luchar por la nacionalización del sector de la energía.

 

Si queremos apostar por un modelo energético sostenible hay que romper drásticamente con el sistema capitalista y su irracional comportamiento. Los objetivos de un modelo energético sostenible deben ser los siguientes:

 

-Nacionalización de las empresas eléctricas: (Medio-Largo plazo/ Estatal): 1997 y 2009 se realizó en España la transición desde un marco de gestión pública (conocido como Marco Legal Estable) hasta un marco de gestión privada (conocido como Mercado Ibérico de Electricidad). Como se ha podido observar, esto no ha tenido por efecto ni el garantizar el acceso a una energía eléctrica de calidad y al menor coste posible a los consumidores, ni el incentivar las tecnologías más eficientes, ni una administración más eficiente, ni reducir el déficit externo y sobre todo, ni mucho menos el avanzar en el camino de las renovables y de la reducción de los costes medioambientales. Con una gestión pública los mecanismos de intervención son directos y democráticos, en vez de estar en manos de un mercado oligopólico movido por el único deseo de beneficio económico.

 

-Marco de cogeneración para las centrales térmicas: (Medio-Largo plazo/Autonómico-Estatal): Debemos exigir como objetivo que para el 2050 casi la totalidad de las centrales térmicas funcionen en régimen de cogeneración, adaptando las ya existentes y peleando por que cada nueva central térmica que se construya funcione en régimen de cogeneración. Esto tendría además el efecto beneficioso de diversificar las actividades entre las distintas regiones del estado.

 

-Redes inteligentes: (Medio-Largo plazo/ Estatal): Debemos exigir cambios legislativos para la implantación de redes inteligentes de distribución eléctrica (smart grids): mallas difusas con miles de productores-consumidores en las cuales parte de la producción se realiza en el punto de consumo. Adaptando el actual modelo troncal (basado en unos pocos grandes productores de electricidad y millones de consumidores), se conseguiría una gestión más eficiente de la energía eléctrica, descentralizando y democratizando la producción de ésta.

 

-Eficiencia: (Medio plazo/ Estatal): La mejor energía es la que no es necesaria consumir, por lo tanto debemos trabajar para que se implanten legislaciones y normativas que primen la eficiencia energética y penalicen severamente el despilfarro. También es importante tener claros los órdenes de magnitud en este campo: el sector industrial suele ser muy eficiente por motivos económicos, el sector servicios por el contrario suele serlo bastante menos y el sector doméstico puede que sea muy ineficiente, pero representa un porcentaje muy pequeño del consumo de energía.

 

- Maximizar el desarrollo humano (aumentar esperanza de vida, reducir mortalidad infantil, acceso universal a servicios públicos,...)

 

- Minimizar la huella ecológica. La huella ecológica intenta medir las necesidades naturales para la demanda de consumo de bienes y la eliminación de los residuos Se tienen en cuenta seis tipos de uso de la tierra: suelo agrario, tierra de pastoreo, pesqueras/piscifactorías, terreno forestal, suelo urbanizado y terreno de absorción del carbón. Se evalúan las necesidades ecológicas de cada tipo de uso de suelo para la actividad humana en cada estado del mundo, escalando dichas necesidades con factores relativos a la capacidad biológica media de cada terreno. Por lo tanto, la necesidad de suelo se medirá en hectáreas de productividad media, denominadas hectáreas globales Así se calcula por ejemplo el número de planetas que se necesitarían si toda la humanidad consumiese los recursos que consume un país x.

 

En resumen, se trata de realizar una Planificación democrática a todos los niveles, basada en las prioridades colectivas y no en el beneficio privado. En la actualidad, el discurso sobre el libre mercado se utiliza para mermar la capacidad planificadora democrática, mientras se desarrolla toda una planificación antidemocrática al servicio exclusivo del capital, que diseña e implementa duros planes de recortes por deudas directamente a través de sus agencias (FMI, UE, BCE) o a través de actores llamados "tecnócratas". En el sector energético esta planificación debe tener como pilares la sostenibilidad ecológica por una parte y las necesidades sociales por otra:

 

- Maximizar el uso de energías renovables, potenciando su extensión e innovación, con el fin de sustituir completamente, si bien de forma progresiva y racional, a las energías no renovables (incluida la nuclear), en línea con el objetivo antes citado de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; fomentando igualmente las energías y recursos naturales propios, reduciendo lo posible sus efectos contaminantes. Para todo ello es fundamental promover la investigación, potenciando empresas públicas en vez de favorecer empresas privadas como se ha venido haciendo hasta ahora.

 

- Minimizar el consumo energético (ahorro y eficiencia).

a) Reducción del consumo energético (construir un modelo racional de transporte, abandonar el consumismo, limitar consumo eléctrico,...)

                               

b) Ahorro energético y eficiencia energética:

                               b.1) Reducción pérdidas en las líneas: Actualmente se pierde una gran                                                                               cantidad de energía en las redes de transporte (en España un 1.24% en 2009,                                                  REE) y distribución (7.8% Iberdrola 2009). Soluciones para aumentar la eficiencia:

                                               1) Compensación potencia reactiva en las cargas; 2) Mejora líneas eléctricas; 3)                                                               descentralización de la producción de energía eléctrica en muchos y pequeños                                                                centros de producción buscando la independencia energética de zonas entre sí.

                               b.2) Aumento de la eficiencia energética de las plantas térmicas. Actualmente las                                          centrales térmicas tienen un rendimiento muy bajo: Central de vapor: 34 - 42 %;                                            Turbina de gas: 33 - 40%; Ciclos combinados: 54 – 58%. La mayoría de las pérdidas                                              energéticas en las plantas convencionales se producen en forma de energía térmica,                                          así que la mejor manera de aumentar el rendimiento es implementando mecanismos                                    de cogeneración: aprovechamiento simultaneo de energía eléctrica y térmica.

                               b.3) Aumento eficiencia energética en Transporte, construcción, agricultura,... y                                                            aumento de reutilización y reciclaje

Además de la importancia de la eficiencia energética en el transporte, también hay que reclamar la eficiencia energética en otros sectores:

- Edificación: aislamiento térmico, arquitectura pasiva bioclimática, temperaturas de climatización

- Eficiencia energética en la agricultura

- Eficiencia energética en la iluminación

- Eficiencia energética en los procesos industriales

- Tratamiento de envases (y productos):

                                                               - Reducción de envases utilizados (y productos consumidos).

                                                               - Reutilización de los mismos antes de su reciclado.

                                                               - En cualquier otro caso, reciclado.

 

c) Desmantelamiento de monopolios y relocalización de la producción: El funcionamiento desregulado de las grandes corporaciones multinacionales es la causa fundamental del devastador impacto social, económico y medioambiental. Revertir el impacto causado precisa relocalizar y racionalizar la producción y el consumo, que deberían revertir siempre en beneficio de la sociedad. Para planificar es precisa una fuerte acción públicamente supervisada y controlada a nivel comunitario y local (control comunitario de la producción de energías renovables), creando nuevos espacios participativos democráticos para llevar adelante la reorganización.

Y por supuesto, limitando y optimizando el consumo eléctrico en domicilios y particulares: tarea que va intrínsecamente ligada a la lucha contra el consumismo y el actual modelo productivo-destructivo de los países capitalistas.

Aparte de promover la investigación científica tanto sobre las energías renovables, como para aumentar la eficiencia de las no renovables, o proyectos de investigación internacional sobre la fusión nuclear, como es el ITER. Así como apoyar la implantación de redes inteligentes de distribución (smart grids), con el fin de democratizar la producción de energía.

 

-Reforma completa del transporte:

Hoy en día el transporte consume el 40% de nuestra energía primaria, además en torno al 90% del transporte de personas y mercancías se hace por carretera, con el consiguiente consumo de petróleo y emisiones de GEI. Cambiar esto debe ser nuestra primera prioridad.

 

-Transporte urbano: (Corto-Medio/ Municipal): Pelear por unas redes de transporte público de calidad y asequibles para la totalidad de la población de nuestros municipios es vital. Dentro de núcleos urbanos, el transporte público es el más eficiente de todos y el que menos infraestructuras por pasajero requiere, además de ser un modelo de transporte democrático e igualitario. En esta línea, el coche particular debe de ser a partir de ahora el primero de nuestros enemigos: debemos oponernos a la construcción de nuevas infraestructuras destinadas al coche, exigiendo a cambio infraestructuras destinadas al transporte público. Además hemos de exigir la recuperación de nuestras calles por los medios de transporte no motorizado: vivimos en ciudades a menudo tremendamente hostiles para peatones y bicicletas. De cara a la adaptación de las calles para el uso de bicicletas hemos de tener muy claro que ésta debe hacerse siempre a costa de restarle espacios al coche, nunca al peatón.

 

-Transporte interurbano: (Medio-Largo / Autonómico-Estatal): Actualmente el grueso del transporte interurbano se realiza por carretera, la alternativa más razonable a esto pasa por exigir una red ferroviaria convencional de calidad y asequible para la totalidad de la población. Supone un consumo mucho menor de infraestructuras por pasajero y es muchísimo más limpia y eficiente. Con respecto a las líneas de ferrocarril de alta velocidad, hemos de tener claro, que en términos generales, sólo son justificables para unir núcleos urbanos de más de 6 millones de habitantes que disten entre sí distancias mayores a los 500km.

 

Es por ello, que una de las principales tareas para avanzar hacia un modelo sostenible sea la planificación adecuada de los sistemas de transporte y necesidades de movilidad (distribución de los lugares de trabajo, ocio y residencia), para que el peso de cada medio se corresponda con el siguiente orden:

 

1. Medios no motorizados (transporte peatonal, bicicleta,…)

2. Transporte público (Tren, tranvía, autobús, metro) y/o barco

3. Coche compartido

4. Coche

5. Tren alta velocidad

6. Avión

 

Tampoco hay que olvidar la importancia de mejorar la eficiencia energética de todos los modos motorizados. Para resaltar esta cuestión mostramos los resultados de un estudio técnico sobre consumo energético en Londres (Transport Energy and Emissions: Urban Public Transport) de los modos de transporte motorizados (hora punta – itinerario laboral):

 

Modo de transporte

Ocupación media

Consumo (MJ/pkm)

Coche tam. medio 730

23,00%

3,04

Minibús

70,00%

0,51

Autobús

50,00%

0,58

Autobús doble

50,00%

0,44

Tren Diesel

60,00%

0,83

Tren elect.

60,00%

0,65

Metro

70,00%

0,31

Tren ligero/tranvía

70,00%

0,25

 

Por otra parte hay que destacar que en Europa el 30% de los desplazamientos menores de 3 km se realizan en coche, llegando a un 50% en desplazamientos menores de 5km.

 

Es vital potenciar el transporte no motorizado en municipios. Para ello contamos con experiencias positivas como han sido los planes de movilidad en Sevilla o Gasteiz. Además hay estudios que estiman que el coste que supondría trasvasar el 15% de la movilidad al transporte no motorizado en España obtenemos una cifra de 3400 Me (eq. a 280 km de autovía).

 

Además, a corto plazo es fundamental luchar por un transporte urbano basado en el transporte público y en la erradicación del coche; a medio plazo tendremos que pelear por una red ferroviaria convencional (no de alta velocidad) que absorba el grueso del transporte interurbano de personas y mercancías. Una medida a adoptar es el abandono de las subvenciones a autopistas de peaje en quiebra y utilizar estas calzadas para el transporte colectivo.

 

- Urbanismo racional y sostenible (Medio/ Municipal):

En la misma línea, la vivienda es un derecho y además de que no puede seguir siendo una mercancía, también debe de haber un control sobre las segundas, terceras, y sucesivas viviendas, de manera que este derecho le sea garantizado a la sociedad en su conjunto.

 

Hay que reivindicar un modelo de ciudad semi-abierto, como en los países socialistas, en el que se combine zonas urbanizadas con amplias zonas verdes. Esto servirá de pulmón a las ciudades a la vez que elevará la calidad de vida de las poblaciones y evitará la separación entre el ser humano y la naturaleza. Para ello es necesario un transporte colectivo planificado y eficiente desde el punto de vista social, medioambiental y económico. Este modelo de ciudad deberá dar respuesta a las demandas de empleo locales, incentivando el empleo de los residentes en la zona para de esa manera disminuir la creciente movilidad que ha creado los problemas de contaminación derivados del transporte en las ciudades de todo el mundo.

 

Debemos aspirar a un modelo de desarrollo urbano en el cual los habitantes pueden cubrir casi la totalidad de sus actividades diarias a pie, en bici o con menos de 30 minutos de transporte público.

 

Normas constructivas por la eficiencia y la sostenibilidad: (Medio/ Municipal): En nuestros municipios debemos exigir, dentro de las normativas arquitectónicas, que se implanten iniciativas a favor de la eficiencia y sostenibilidad, como pueden ser la instalación de acumuladores solares, la eficiencia térmica en edificios o los dobles circuitos de saneamiento (aguas grises separadas).

 

Sector secundario (Industria): (Medio-Largo plazo/ Estatal): Hay que exigir cambios legislativos para endurecer las penas por daños medioambientales. Con respecto a la fabricación de bienes de uso es fundamental que se introduzcan cambios legislativos de forma que: (1) las consecuencias dañinas al medioambiente provocadas por ese producto al convertirse en residuo sean gravadas como impuestos al precio del producto, (2) se ponga fin a la obsolescencia programada de infinidad de productos, exigiendo que sean diseñados para tener una larga vida útil y una planificación de mantenimiento, actualización y reciclaje integro. En el caso de los envases de los productos de consumo nuestra línea debe ir más allá del reciclaje, que a menudo consiste en un simple lavado de cara, exigiendo normativas para la reutilización de éstos.

 

Las ciudades tienen que estar adaptadas al medio en el que se desarrollan. Las estrategias en las que basar el diseño de las ciudades no pueden estandarizarse, puesto que la adaptación al contexto o al ambiente preexistente exige contemplar una serie de condicionantes para que el sistema funcione correctamente. Los parámetros de partida más significativos son: climáticos (temperatura, humedad, soleamiento, vientos, lluvia), geográficos, orográficos, disponibilidad de agua, recursos animales, vegetales y minerales autóctonos, materiales renovables y fuentes de energía disponibles (solar, eólica, geotérmica, mareomotriz). La ignorancia de cualquiera de estos aspectos repercutirá de un modo u otro en una pérdida de la eficiencia del sistema.

 

Debemos vindicar un nuevo modelo de configuración urbana y rural que no sea el actual que responde al capital, sino planificar un modelo según criterios sociales

 

Es importante buscar alianzas y establecer puntos de encuentro entre el movimiento sindical y el ecologista. Ejemplos de ello ya se están dando en Francia entre la CGT y el movimiento ecologista, en la lucha por evitar las deslocalizaciones de empresas francesas debido al alto coste económico que supone mantener a empresas altamente contaminantes.

 

 

6.2. Intervención en frentes de lucha de forma transversal

 

Para fijar nuestra línea de intervención, a todos los espacios en los que trabajemos, debemos llevar siempre la consigna de que el único modo de conseguir un mundo sostenible es cambiando el sistema de producción y la forma de suministrar los bienes producidos, lo que finalmente nos lleva al socialismo. No debemos caer en el simplismo del ecologismo capitalista, en el que la solución está compuesta de pequeños actos individuales, sin hacer un análisis profundo.

 

-Movimientos vecinales y municipales:

Las problemáticas de transporte, urbanismo, movilidad o accesibilidad son unas temáticas constantes en este movimiento, por lo que tenemos una razón más para trabajar en él. Evidentemente dichas problemáticas se plantean desde una perspectiva muy local: nuestra tarea será también la de transmitir la necesidad de ampliar esa perspectiva, porque si el modelo sigue siendo el capitalista, los problemas relacionados por ejemplo con el transporte y el urbanismo no tendrán una verdadera solución, es fundamental ganar esta batalla ideológica, identificando la alternativa con el Socialismo, para ir ganando posiciones frente al ecologismo interclasista. En el PCE hay espacios dedicados al ecologismo en los que tenemos que participar: en este ámbito también tenemos que ser corresponsables en la elaboración teórica de nuestro Partido.

 

Lo mismo ocurre con Izquierda Unida, pero en este caso cabe destacar la labor de los grupos municipales en ámbitos como el urbanismo y el transporte: dependiendo de cada lugar, pueden llevar a la práctica algunas de nuestras propuestas o facilitarnos la información que necesitamos para confeccionar nuestro discurso.

 

-Ecologistas en Acción:

En este punto debemos recordar lo aprobado en cuanto a las organizaciones ecologistas del estado español en los documentos del XI Congreso: “Es Ecologistas en Acción la que está más cerca de nuestras posiciones y diversas plataformas que tratan sobre cuestiones específicas: urbanismo, modelo de transporte o respeto al medioambiente.

 

Debemos tomar a Ecologistas en Acción como un frente de intervención político-social desde el cual podamos trabajar la problemática ecologista y contribuir a que este sea un espacio unitario y referente del ecologismo combativo.

 

En este sentido, en España son interesantes campañas de activismo social como “Consume hasta morir” de Ecologistas en Acción que con tácticas de “guerrilla de la comunicación” ataca directamente a la publicidad y el consumismo, mostrando lo irracional del sistema productivo capitalista. Un buen punto para empezar puede ser el desarrollar acciones de esta campaña,

 

-Movimiento contra la tortura animal

Tal como decíamos en el Congreso “no debemos olvidar la lucha contra el maltrato a los animales: La tradición taurina está muy arraigada en España, como parte de una cultura mediterránea, y siempre se la ha considerado una tradición y seña de identidad española que diversos gobiernos y partidos intentan proteger con leyes y subvenciones. Estos argumentos carecen de peso alguno a la hora de intentar legitimar las torturas que sufren los toros antes y durante las corridas. Por lo tanto, creemos que la UJCE tiene que tener un posicionamiento en contra de este tipo de prácticas y, siempre que sea posible, hemos de demostrar nuestra disconformidad con estatradiciónque vulnera los derechos más básicos de los animales, y exigir el fin de las corridas de toros.

 

Además de las corridas de toros y otros espectáculos en los que se maltrata a animales tan comunes en muchas fiestas locales en nuestra geografía (como en los circos), no podemos olvidar ciertas prácticas que se dan en la industria peletera, experimentación animal,..., o el hacinamiento en las explotaciones ganaderas y el hacinamiento de las gallinas ponedoras Nuestra postura debe ser de clara oposición hacia este tipo de prácticas. Frente a estas prácticas, llamadas anteriormente “externalidades” provocadas por la lógica de acumulación capitalista, exigimos la paralización de las explotaciones ganaderas intensivas para dar paso a un modelo de producción en el que la productividad no sea el único factor a tener en cuenta. De esa manera podremos plantear que se cree más empleo en el sector primario basándonos en un nuevo modelo de explotaciones donde prime la calidad de la producción y se prohíban tanto el hacinamiento de los animales como su alimentación basada en piensos industriales, cultivados en países periféricos y exportados a Europa donde la dieta está fuertemente basada en el consumo de carne.

 

- Huertos ecológicos y grupos de consumo

Debemos potenciar la creación de huertos ecológicos y grupos de consumo que permitan llevar a la práctica una alternativa de producción y consumo englobada dentro de la agroecología, y que se vincule a estructuras de participación y acción colectiva. A través de los grupos de consumo se consiguen relaciones más directas y humanas entre las personas productoras y consumidoras, eliminando a su vez a las intermediarias. De esta forma, se puede potenciar unas condiciones de trabajo y de vida dignas para las personas que producen, evitar la especulación y asegurar una calidad mayor en los alimentos que consumimos libres de tóxicos y transgénicos.

 

- Responsabilidad de ecologismo

Es muy importante que en aquellas Áreas Externas Regionales/nacionales donde se dé la posibilidad constituyamos la responsabilidad de ecologismo, ya que se trata de un frente de masas cada vez más importante y que casi siempre ha sido dejado abandonado por parte de nuestra organización. El trabajo pendiente es muy grande y requiere un esfuerzo y una dedicación acordes.

 

 

6.3. Agit-Prop

 

Como hemos analizado, la principal causa de consumo energético y emisión de GEI en España es el transporte por carreteras, así que vemos oportuno el trabajar en sacar diferentes materiales digitales y facilitar fotocopiables sobre esta problemática, que sobre todo a nivel local puede tener muchas salidas (cierres de cercanías o de líneas de autobuses, polución y problemas de salud relacionados, atropellos,...).

 

Además, prestaremos especial atención a artículos formativos o de denuncia de esta problemática en nuestros espacios de expresión (digitales y físicos).

 

Daremos difusión a materiales y campañas que provengan de los frentes en que participemos y de las organizaciones que tomemos como referentes en temas de ecologismo.

 

Las labores de agitación y propaganda se realizarán conforme a criterios ecológicos, empleando la ciberagitación como herramienta de peso, sin perjuicio de los métodos tradicionales (carteles, panfletos, etc.). Sólo con una intensa labor ciberagitadora por parte de cada militante podremos hacer efectivo este método.

 

 

6.4. Formación

 

Se facilitará el acceso a materiales especializados y se incorporará a las escuelas de formación de forma que la militancia adquiriera conocimientos acerca del cambio climático y sus efectos, el sistema energético y el modelo de transportes (actual y alternativas posibles), así como aquellos debates actuales sobre políticas relacionadas con la ecología.

 

La formación de la militancia en temas de ecología y de ecologismo tendrá como objetivo, además de la formación ideológica como cuadros, la fuerte concienciación personal y moral de la militancia con la crucial problemática medioambiental que se dibuja, así como el más firme compromiso tanto militante como personal con la protección del medio ambiente.

 

Se pondrán a disposición de la militancia artículos y materiales audiovisuales relacionados en la Caja de Herramientas. También se crearán grupos de trabajo en espacios wikis habilitados, y se tendrán especialmente en cuenta estas temáticas para futuras escuelas o jornadas de formación. Una de las principales causas de la dejadez histórica por parte del conjunto de la militancia en el ecologismo es precisamente la falta de formación al respecto. Las problemáticas son muy complejas, están muy interrelacionadas y abarcan un campo multidisciplinar en el ámbito científico.