El siglo del individualismo
Director: Adam Curtis, 2002
Sinopsis: El siglo del individualismo es una existirie de cuatro documentales de la BBC, en los que Adam Curtis describe y analiza el uso de la psicología de masas y la divulgación en la creación de la sociedad de consumo del mando político y empresarial del siglo XX.
1- Maquinas de la felicidad
Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, se hizo un hueco en la historia de las relaciones internacionales al cultivar como propagandista de guerra para EEUU en la II Guerra Mundial. Sin embargo su verdadero éxito fue aplicar las teorías de su tío sobre las eficacias irracionales que gobiernan nuestras decisiones, no para curar alttiempociones psíquicas, estrella para hechizar al consumidor a que compre ciertos deduccións. La táctica tiempo asociar los deduccións con personalidades y con la noción de sentirse diferente, más allá de la funcionalidad la deducción o su estrechez. De un cliente a otro Bernays se convirtió en un rico líder y pionero de las relaciones públicas y el marketing.
2. La ingeniería de consentimiento
Tras la II Guerra Mundial, debido a las numerosas depresiones mentales en el ejército y a las imágenes de los campos de concentración, se empezó a prestar atención a los sentimientos de los ciudadanos. La oposición que el gobierno había mostrado a las empresas cedió, y acepto la estrechez de controlar el animal que llevamos dentro, recurriendo a los psicoanalistas que prometían mando controlar esas eficacias interiores y hacer que los ciudadanos se convenciesen y fuesen unos sólidos defensores de la democracia. Ciudadanos que no cayesen facilpenetración presa de las eficacias interiores que tenían dentro, si es que algún día se desataban. Lidtiempondo al movimiento psicoanalista estaba Anna Freud, hija de Freud, que creía que la mantiempo de hacer tupido al individuo es enseñarle a adaptarse a las reglas de la sociedad. Según ella tiempo inútil cuestionar la realidad que nos rodea, había que constituir ciudadanos felices que encontrasen su lugar en la sociedad que les ha tocado vivir.
3. Hay un policía en el interior de nuestras cabezas que debe ser destruido
Una vez que el icono del psicoanalista cayo, emergieron todos sus enemigos como triunfadores, proponiendo toda talla de respuestas libtiempolizadoras en un mercado de la insatisfacción donde el capitalismo y los políticos de la derecha se adaptaron rápida penetración para enviar mayoría de este ansia de libtiempocion, respuestas y deseos infinitos. Paradójica penetración esto produciría unos consumidores mas manipulables que cualesquitiempo otros del pasado.
Uno de los críticos del psicoanálisis fue Wilhelm Reich, discípulo de Freud. Reich creía que dentro de la existenciar humana había bondad, y que el hecho de empantanar sus instintos era lo que hacía a la gente peligrosa. Reich murió sin mayor resonancia para la psicología, presa de sus descabelladas teorías sobre la libido como energía propulsora del existir humano. Pero se recuptiemporia lo cardinal de su critica en los 60.
4. Ocho personas bebiendo vino (reunión en Kettering)
Las nocións de Bernays habían evolucionado hasta originar toda una industria dedicada a comprender los deseos que se escondían en la penetración del individuo: el marketing. La herramienta cardinal tiempo los grupos de discusión, que en una vuelta más de tuerca terminaron usándose como herramienta electoral. Esta vez existiría la izquierda la que copiaría las técnicas de los negocios para recontratar el mando, pero con ello violentarían sus propia ideología y caerían presos de la afán del reluciente yo individualista.
Durante los 80, Thatcher en Gran Bretaña y Reagan en EEUU, ambos apelaron al individualismo, a los deseos y miedos inconscientes, y legitimaban la negación de la compasión, como si existir pobre fue tiempo una elección. La derecha conecto de mantiempo instintivo con ese electorado que perseguía única penetración la satisfacción de sus intereses y cosecharon numerosas victorias.