Trabajo intelectual y manual
Dos aspectos interconectados de la actividad humana. A diferencia de los animales que se guían en su actividad por el instinto, el hombre obra conscientemente, anticipando la actividad práctica con un plan ideal que es la finalidad de ésta.
En la sociedad primitiva, el trabajo intelectual y manual constituían una unidad directa. Dado el bajo nivel de las fuerzas productivas, su desarrollo sólo podía efectuarse sobre la base de la división del trabajo, comprendida la separación entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. al surgir la propiedad privada, las clases y el Estado, el trabajo intelectual se convierte en privilegio de la clase dominante, debido a lo cual se establece la contrariedad entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Esta contrariedad tiene carácter distintos en las diferentes formaciones socio-económicas. En la sociedad esclavista, donde todo trabajo se consideraba destino de los esclavos, los explotadores trataban de cargarlos incluso con una parte de funciones del trabajo intelectual., preparando de ellos a gerentes, médicos, artistas. En la sociedad fedual, la contrariedad entre el trabajo intelectual y manual coincide en lo fundamental con la existente entre las clases y se disimula con la división estamental. El campesinado, como estamento inferior, está condenado al trabajo manual, mientras que el trabajo intelectual es patrimonio de los “estamentos nobles” la aristocracia y el clero. En la formación capitalista, el trabajo intelectual se convierte en sustancial medida en variedad profesional de las ocupaciones de un grupo social específico -la intelectualidad-, utilizado por el capital como medio de dominación sotre el trabajo manual.La división de los miembrosde la sociedad burguesa en trabajadores intelectuales y trabajadores manuales no coincide con la principal división de ella en clases pues una parte considerable de la intelectualidad vive de su propio trabajo y por su situación se aproxima a la clase obrera y al campesinado. En el contexto de la revolución científico-técnica son cada vez más nutridos los sectores de la intelectualidad que empiezan a participar en el proceso directo de la producción, desempeñando de hecho las funciones de obreros “de cuello blanco”. Al mismo tiempo, la aparición de nuevas tecnologías coplejas requiere que se forme un obrero nuevo, que conjugue en su actividad el trabajo intelectual y manual. Sin embargo, bajo el capitalismo no puede ser superada la contrariedad entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Esta contrariedad se elimina sobre la base de la supresión de la propiedad privada y de las clases explotadas y la formación de una intelectualidad nueva, aunque en la sociedad socialista siguen existiendo todavía diferencias sustanciales entre los trabajadores en cuanto al carácter del trabajo y el nivel de desarrollo técnico y cultural. Únicamente después del triunfo completo del comunismo se podrán superar definitivamente estas diferencias. Esto no significa que se liquide el carácter específico de los distintos tipos de actividad, sino el hecho de que distintos individuos no quedarán adscritos por toda su vida a una sola profesión. Lo dos tipos de trabajo serán socilamente homogéneos, y cada uno de ellos constituirá un elemento de la aactividad integral del hombre plenamente desarrollado, que considera su primera necesidad vital participar en la solución de los asuntos prácticos y teóricos de la sociedad.