Quinto centenario
QUINTO CENTENARIO (o Gallego)
(Frank Delgado)
Gallego, leí en un libro
la historia del exterminio,
cuando en menos de dos siglos
acabaron con los indios.
Les fumaron el tabaco
y en el nombre del pudor
les hicieron usar ropa
y morirse de calor.
Gallego, a mí me contaron
de inquisitivas hogueras,
de arcabuces y de espadas,
y enfermedades venéreas.
Gallego, a mí me contaron
que acabaron con sus ritos
y no dejaron ni a uno
pa'bailar el areíto.
Gallego, sino es porque la ira no me ciega
ya te hubiera incendiado la bodega
como en los tiempos remotos, y al amparo de la ley
quemaron en la hoguera al indio Hatuey.
Gallego, sino fuera gente civilizada,
ahora mismo asaltaba tu embajada
y a todos los funcionarios los tomara de rehenes
y los mandara a construir los pedraplenes.
Gallego, a mí me contaron
sobre la trata negrera
y de tu ancestral manía
de amancebarte con negras.
Del cepo, de la tortura,
el látigo y barracones
y safaris con jaurías
para cazar cimarrones.
Gallego, a mí me contaron
que a pesar de las golpizas
nunca pudieron tus cuadros
contra las cargas mambisas.
Y me dijeron que cuando
se puso la cosa dura
nos vendieron a los yanquis
como una fruta madura.
Gallego, la historia es espiral que nunca acaba:
uno la lleva alante, otro la caga.
Si Maceo resucita y va a entrar al Sol Meliá,
yo creo que se arma otro Baraguá.
Ay, gallego, y te preguntarás por qué yo atizo
cenizas con espíritu enfermizo.
Yo andaba con mi ignorancia y con mi mala memoria,
pero es que justo ayer leí el libro de historia
nacional.