"Por lo que respecta al sindicalismo ultra izquierdista podemos decir que parte del principio, no confirmado nunca en la historia, de que la transformación de la sociedad es simplemente obra de la voluntad combativa de una minoría. Esta concepción basa su acción en lo que ayer los anarquistas llamaron «grupos específicos» y hoy otros llaman «vanguardias», pero que en lo fundamental es la negación de la lucha de masas y de su papel primordial."
Marcelino Camacho, Charlas en la prisión:
El movimiento obrero sindical, 1976