"La fuerza de la clase obrera reside en su grado de cohesión, en su unidad, en la lucha contra los explotadores. Así lo comprendieron los fundadores de la Primera Internacional, cuando resumían su programa con las palabras finales de «¡Proletariados de todos los países, Uníos!» Así también la Federación Regional Española, hacía suyo al nacer, el lema de «La unión hace la fuerza». Y los heroicos mineros asturianos de octubre de 1934, lanzaron e impulsaron con el ejemplo su glorioso UHP, «¡Unión de hermanos proletarios!»"
Marcelino camacho, Charlas en la prisión:
el movimiento obrero sindical, 1976